dharma - abril 1914

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    I '"/i!.A excepcl6n de los documentos ort-dales, la Rama "Venezuela". de laS. T., como tal, no es responsable delas opintones 0 declara clones que pu-bllque esta Revlsta, sea qulen tueraqulen las autorlce.

    DHARMAliainaLa Teoscfta.e-El Cristianismo.-EI Cristo Venidero, porRoman Grim. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 193

    EI Canto de la Vida, par Cilarles Johnston . . . . 197La Evolucidn y La Redencion, por John Charlton. . .. 200EI Cultivo de la Concentracicn, por W. Q. Judge. . .. 206La Grande Ilusion, par Tito Alha . . . . . . . . . . . . . 210Dialog-a. par Juan de Sales. . . . . . . . . . . . . . . . . .. 217Mauricio Maeterlinclt y la r eosofla, por Katharine Hillard 223Los Misterios del Cristianismo, par Phiquepal d'Arismont 227Ecos y Notes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231Preguntas y Respuestes v ; 239

    q j l l I{!!!!Jl I f l P d i ll a ~ f i [ i n a ( ~ n f r a l J [ O [ ~ I ~ ~ l a R a m ~r i t a n o r t e 1 . n u r n e r s 3 8 , [ a n u n i g o l a [ s p e r a n z a .

    ~

    esta abierta todas las neches, especialmente los mier- ~.coles y 10 , s,ibados, menos 10 5 domingos, de 7 a 10, 'Ia sus reunlcnes, estudios, & , puede asist ir todo el que10 desee, sin necesidad de previa presentaci6n ni per-

    tenecer a la 50c;edad.-Es un punto de reuni6n para

    ~

    todo investigador s incero de 10 5 problemas de la vida, ~donde se expone todo genero de opinicnes, de unmodo completamente libre y ampl io, como ha de 5er10 compatible con el ideal de bondad y toleran

    ~

    cia que 50n de libertad y cul tura bien entendidaj, ~Hay una 8iblioteca orlentalista bastante ex-.n.tensa para el estudio de los concurrentes.

    001 q!i'@ll . d b

    PUBLICACION TRIMESTRAL R ED A CC IO N Y A D MI NI ST R AC IO N:NORTE 3. NUMERO 38.

    CARACASOR GAN O DE LA

    RAMA "VENEZUELA"m

    SUSCRIPCION ANUAL: B 5.00m

    SUSCRIPCION ANUAL: B 5 .00

    SEGUNDA EPOCA"~inguna. opinion de persona al-

    ~na puede estar por sobre la oplntonde nuestra propia conc!encla".

    H. P. BLAVATSKY.Ano II Caracas: abril de 1914. Num.5.

    LA TEOSOFIA.-EL CRISTIANISMO.EL CRISTO VENIDERO.

    por Rom4n Orim.El Theosophical Quarterly de enero ultimo, comenta un pequefio

    Iibro noha mucho entregado a la publicidad. donde se exponen, con ente-ros rasgos francos e inequivocos, opiniones bastante conocidas ya, y cuyoestudio nos prometemos acometer, en el propdsito de que se rectifiquenteorias 0 se corrijan errores que desfiguran nuestra autentica actitud, 0desvaloran la integridad de nuestros ideates.

    El Quarterly al copiar la siguiente sentencia del mencionado folie-to: . .son incompatibles la Teosofia y los hechos que sirven de base alcredo cristiano, y de una 16gica imposibilidad la aceptaci6n de ambos,"juzga indispensable, desde luego, aclarar esforzadamente 10que se en-tiende por Teosofia, consignar la certidumbre de su concepto acerca delCristianismo, y poner de manifiesto, segtin su manera de discemir, ta re-lacion existente entre ambos. A tales fines mueve sus razonamientoscuandoprincipia por rechazar la asercion del autor de que la Teosoffa esalgo que se promulga por ciertos individuos, algo sistematico quizas, yasimismosectario, especie de un conjunto de maximas morales 0 de f6r-mulas 6losoficas,mas 0menos interesantes.

    ~

    E IltYJTA a los miembros a enviar preguntas, 0 respues-tas a preguntas, opinlones y notas .sobre asuntos teos6ficos.Cuidaran de escribi r e laramente, en s610 una plana del papel .Hacemos ell tens iva esta inv itat ion a c:uantos aspiren a cone-cer el concepto teos6fico acercade cualquier mater ia de f ile-sofra,o religi6n, 0 de los muchos p roblemas de lavida. D ir i-:~:~:~i~i~n~~~I~a m a " V e n e l u e l a . " [ A R l l [ A ~ .

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    19 4 DHARMA DHARMA 19 5Por desgracia, no prospera semejante creencia tan s610en la indole

    especulativa del escritor de l pequefio libro, sino que domina ademas unextenso campo en el criterio de la mayor parte de las personas. Acasono nos encontremos distante de la exac titud de los hechos si nos permiti-rnos aseverar que un mimero apreciable de cornpafieros de labor se man-t ienen dentro de la esfera de aquel tas personas a que hacemos referencia;y llenos de la mayor buena fe hablan, disertan copiosamente sobre temasde Karma, Reencarnacidn, Ciclos, Razas, etc., refi riendo a sus discursosla profunda significacidn divina y excelente que se llama la Teosofta. Deaqut el suceso, que se repite de ordinario, de agrupamientos y condensa-ciones de individuos en torno de los disertadores mas 0 menos Ielices,hasta el punto de caer en cierto automatismo inte lectual, por una parte ;o de adherirse al estrecho prestigio de la afirmacion autoritaria, por laotra. Ambos desenlaces s610 responden a un vinculo puramente mental.Puede no ser un te6sofo el briltante intelecto, admirable expositor de laley de Karma, del principio de la Reencarnacion, de las ciclicas renovacio-nes, del desarrollo de las Razas, e tc ., en tanto que otro bien puede exhibirlas condiciones de tal. no obstante de carecer del verbo que razona y do-mina. En el libro se lee la teoria, pero no se aprende la vida. Es iruitilbuscar en otra parte la luz que s610 esta en nosotros, conforme 10indicaLuz en el Sendero. Nos hallarnos en capacidad de conocer los carac-,teres preeminentes que ponen de relieve a un hombre de genio, su inten-cion superior, sus selectas inspiraciones, su taUa de corte sobresaliente:pero aquella capacidad no transforma nuestra naturaleza en la naturalezadel genio que se estudia. Esto nos conduce a la logica conclusion denuestra tesis fundamental: de que la Teosofia no consiste en algo quepromulga tal 0cual escritor, asimismo sea un Maestro. Ella s610 eviden-cia el significado solemne de algo que se vive. Prornulgar solo tiene elalcance de algo que se dice y divulga, as! un anuncio, asi un aviso, entanto que vivir significa ser. Mientras la naturaleza del bandolero y delsanto vibran desemejantemente, la fraternidad, u otros ideates de excel-situd, son temas tan accesibles al uno 10misrno que al otro. Desde luego,huelga decir que no forma al teosofo la rnera aceptacion intelectual delos principios de su doctrina, de identica manera que el simple conoci-miento de la metrica no forma al poeta. Antes por el contrario, sin unou otro conocimiento, disfruta el poeta real de Ia gracia y del gozo de susmusicas intimas, de todo su vigor divino el teosofo, Desde este su sitiopropio, el teesoto esparce, a la semejanza de las aguas que se derramanpor el labrantfo, la exuberante fecundidad de su accidn,

    Dentro de su medio, cualquiera que sea, tiene la importancia y el

    sentido de un centro de energla perenne. Regala como un arbol la bon-dad de sus frutos; y dis tribuye y multi pl ica entre la clamorosa muchedum-bre hambrienta de cielo y de buena nueva, los panes y los peces mila-grosos que nombran los Evangelios.

    De suerte que la Teosofia trasciende, segun se observa, al simpleracionalismo de un sistema doctrinario, para expresar 10 mismo que haexpresado la Sabiduria en todos los tiempos: el noble valor de unarevelaci6n divina y de un poder que obran a traves de la vida. Se sienteen los estados internos como la gloria de una presencia augusta y sabiaque, a grados, convierte los elementos de nuestra naturaleza en ella,nuestros cortos sentidos en el sentido supremo de su vision, en su oroinmortal nuestros metales inferiores, recordando el s lrnbolo tan conocidode los alquimistas. No se la piensa s610, s e la siente. Mas alla del secomecanicismo de la lengua y de la mera mentalidad, se la lleva como unainefable y sagrada cosa en el corazon.

    En esta sentencia tan luminosa y admirable del Evangelio de Juan,Cristo 1 0 dijo: " EI espiritu es el que da vida: la carne nada aprovecha:las palabras que yo os he hablado, son espfritu, y son vida."No cabe aqul discutir la identidad de esa sentencia con el con-cepto profundo de Teosofia. Jesus, hablando acerca de la presenciadivina en el, confiesa esta certidumbre sagrada: " Yo soy el pan de vida ...El que cree en ml, como dice la Escritura, rtos de agua viva correran desu vientre." Y asl afirmaba, quien habla sometido su cuerpo pslquico asu cuerpo espiritua l: " Yo y el Padre una cosa somos."

    Se vera en 10 que hemos referido que no se autoriza ninguna pres-cripcion doctrinaria, rito, lectura de libro alguno, dogma, 0 formularioconvenciona l. Jesus se concreta a decir que el Padre, 0 bien el Espiritu,la Vida, se hallan en el; y que para ganar el poder y Ia sabidurfa de losHijos de Dios, se necesita que la Vida, el Espiritu, el Padre se hallen ennosotros. Delante de sus oyentes, dan do pruebas de la Divinidad queresplandecla en su interior, sellaba sus enseiianzas en esta forma alta ysolemne: " Yo soy el camino, y la verdad, y la vida." 0 en esta otra debel1eza inapreciable: " Dios es Espiritu; y los que le adoran, en esplrituy en verdad e s ne ce sa rio que adoren." Si sustituimos el termino Diospor el de Teosofia, el Logos de Platen, el Verbo de Juan, la antigua Gno-sis de las sociedades misticas, el Hombre Nuevo de Pablo, y yendo masle jos, por el Gupta - Vidya de los indos, conc luiremos, de cierto, en que losfundamentos de la ensefianza cristiana son los mismos de la ensefianzateos6fica. Para mayor c1aridad diremos: que un cristiano vale 10 mismoque un teosofo_ Los vocables cristiano y te6soro resultan s610 denomi-

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    19 6 DHAl?'\Unaciones convencionales de una misma Sabiduria Sagrada. De esa rna-nera el judio, el mahometado, el budista, el brahman, sea este 0 aquel elambiente religioso de un hombre que haya despertado en sf eI esplendory e l poder de su naturaleza espiritual, merece indistintamente el nombrede tedsofo 0 de cristiano.

    Ni Jesus ni la Teosofia aconsejan seguir tal 0 cual personalidad.leer tal 0 cual libro. La Teosofia puede decir como Jesus: ,. El espiritues el que da vida." Jesus puede decir como la Teosofia: .. No hay reli-gion mas elevada que la verdad." Ambos pueden conCesar, a la vez, 10que Jesus respondid a Pilato: "Todo aquel que es de la verdad, oyemi voz."

    EI Quarterly, desde su punto de vista , lIeva a persuasiva finalidadel comentario que Ie inspira el folleto del caso, y sugiere la idea de quela presencia divina de la Teosofia se conoce por los frutos que da. Desemejante modo confirms la Revista el hecho, de observac ion corriente.de que Ia esfera de actividad de un hombre, la indole de su conducta, elgenero de su labor, la imporrancia de sus tendencias dentro de su gruposocial, deriva todo de la calidad de su naturaleza interior. EI homicidaviene de su adentro. EI conquistador de pueblos desata de su adentrolos crueles magnetismos que alargan y recogen Ia diestra de su esoadafeliz. EI genio, 0 e l san to , vienen de su lado rec6ndito, a la semejanza dela flor que nace del secre te del juga 0 de la alquimia intima del arbol, SilIenamos, pues, nuestro ambiente exterior de la expansion y merito denuestro ambiente interior, se nos conocera por la cantidad de esplrituque esparzamos a nuestro alrededor, ya como un discipulo de Cristo, 0como un creyente de la Teosofia.

    Lo signified jesus en el siguiente dicho: "Yo soy la vida, vosotroslos parnpanos: el que esta en rn l (Teosofia, Gnosis, Cristo,) y yo en el.este lleva mucho fruto; porque sin ml, nada podei s hacer." Lo testificatambien Santiago, el hermano del Senor, cuando declara que: .. La Sabi-duria ( Sophia) es de 10 alto: primeramente pura, despues pacif ica, mo-desta , benigna, lIena de misericordia y de buenos frutos, ni juzgadora, nifingida. Y el fruto de justicia en paz se siembra para aquellos que hacenpaz." Pablo de Tarso, en su carta a los galatas, 10 testifica de igual rna-nera: " Amor, gozo, paz, tolerancia, .earidad, bondad, fe, mansedumbre,ternplanza, son los frutos del Espiri tu."

    Ser: he aqul la Teosofla. Expresa la afirmaci6n de 10 mas altoen nosotros. Ningiin factor acumula mas fuerza en sf que eI teosofopractice, n inguno tampoco la distribuye mas en eI ambiente de nuestrosdias. Desempefia una tarea de reconstruccidn, y prepara una edad nueva.

    DHARMA 197Su fuerza crece en proporci6n al crecimiento de la presenc ia divina en e l,la misma inspiradora presencia de los conductores excepcionales, que so-portan sobre e l corazon, aun para e l dolor, aun para e l sacrificio, Ia cargadel mundo, y Ie dan sit io y camino.

    Al tocar este punto de la tesis propuesta, salta a la vista la nece-sidad de asumir la adecuada actitud interna de la etica teosofica paraacoger, en espiritu y verdad, a l Maestro venidero. No entre los doctoresde la letra que mara se Ie recibira, ni por la virtualidad convencional deun diploma, ni por rito alguno, ni por la observancia de un dicho autori-tario y persona!. Porque debemos advertirnos, a cada momento, de quelos Maestros estan cerca solo de dondequiera que se les viva. Advertir-nos de que nos hallarernos prontos a la suprema navidad que se espera, . 'umcamenre en el caso de que repitamos en nosotros el ejemplo de lospampa nos del Evangelio que prosperan en la vid de los Cristos.

    .+.EI Canto de la Vida.

    por Charles Johnston.Son los Evangelios la perfecta flor de la Palest ina. Son los Upa-

    nishads el tesoro primero de la India aniiquisima. Oculto en las. Patrdbolas del Reino vive el corazon del mensaje galileo. Aquellos [rag-:mentes, y con todo, acabados dramas que forman la parte mas pujante yluminosa de los Upanishads, encierran los secretes mas profundos de lamadre India. Muchos de esos trozos del Misteriohay: la contienda deBrahma y de los.Devos, el rey Muerto y Naehiketas, los dlsc ipulos de Pip-palada, Bhrigu y Varuna, el padre de Shvetaketu, Uddalaka y el Rey, lastespuestas de Yajnavalkya, Indra y el Demonio, y por sobre todo, el did-logo de Yanaka y el Sabio, aqui narrado. Precede a la enseiianza unamoderna pardfrasis ; pero ninguna otra luz para ta comprension del Mis-terio que Lapropia del Espiritu.

    Primera parte: LA ENSENANZA DE LOS MISTERIOS.Siempre en nuestros oldos la Vida sus secre tos susurra, nos llama

    a las estancias de eterna juventud, nos dice que abramos las puertas denuestra divinidad, el sendero del poder invencible nos sen a la, a l mortaleI miste rio del inmorta l revela. Dentro de nosotros se nos invita a trans-mutar en verdad los suefios que hemos sonado de Dios.

    Radia el dia de una esperanza nueva en el mensaje de 10 invisiblea la I~ del sol venimos de las sombras de la noche; y las nubes que porlargo nempo lIena~on de tinieblas los umbrales, se han Ido. Se han ido

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    19 8 DHARMA DHARMA 19 9la pena y la angustia del mundo. Desde que la Cruz tendio su negraprcyeccion sobre la tierra, la promesa de la inmorta lidad se ofrecid s610a quienes tomaban de la amargura del valle, cuyos vestidos fueron luto,desesperaclon la mejor esperanza. Su Maestro se llamo el Hombre deI~s .T ristezas;. la consigna, Renunciacion. Pero hemos dejado arras, e lviejo evangebo del dolor. Nuestra nueva consign a se llama Victoria.se no~bra senor de Alegria nuestro genio. Renunciar, ya no mas, ahoraconquistar: veneer el mundo, y s610 la victoria tocara hoy las puertas dela inmortalidad.

    EI genio de nuestra epoca ha llegado muy cerca del secreto. Enuno hemos refundido todos los ideales, en este: conquista r, ser fuertes.Poder, valor: nuestras divinidades. La riqueza, nuestra idolatrla notiene ya, sino la voluntad que la ha logrado. He aquf nuestro fin: el exi.to; y nada perc ibimos sino e l fin. Tarnbien hasta de la muerte nos hernosoIvidado, transformando ese viejo rey terrorifico en sombra gen til y ami.~a. Na~a se recuerda, excepto ser fuerte. Un paso adelante, y hacia lainmortal idad se convert ira el poder.

    Porque basta una corta experiencia de vida para ensei'iarnos queen los sensuales triunfos falla el ideal. Huye el sentido del poder deal1i, dejan.donos desva lidos y meneste rosos. Y cuando en el respla~dorde esos tnunfos se ve lucir palido el oropel, entonces nos hallamos a losumbrales de 10 invisible, y prontos a percibirnos mas dignos que el finsensual, nacidos para victorias mas constantes y dila tadas. Sono la horade rec1amar nuestra divinidad. En medio del exito, el dedo del ocultoinmortal nos toea, de la arena del mundo nos llama para que oigamos elrumor secreto de nuestra herencia. EI hechizo sensual cae de nuestrosojos, y prontos a levan tar estamos e l negro velo de la muerte.

    Cuando nos retiramos del exito hueco, del breve apetito, de esea lgo no tan exce lente como para Ilenar los deseos del corazon, nos invade1acalma de la soledad, en nuestras sornbras el silencio se difunde. Des-de ese sitio solitario y oscuro percibir podemos la vision del camino masclaro; sorprender el secreto : tmemorial de la vida humana. Hasta en.== nos cre~amos de 10 visible prisioneros, de 10 sensua l amantes,sie rvos de l destine corpora l. Pero principiamos a presentir que, en ver-dad . nos da su apoyo el inmortal poder, a 10 sensual s610 inc linandonosdesde I~ vida elevada, sin jamas perder nuestro firme fundamento alii.En medic de la muerte permanecemos en la vida.

    Nuestros destinos, asl, corren entre dos mundos: e l de los deseosy la muerte, el de la voluntad y la inmortalidad. Cuando, del modo comoaprendimos a vivir de 10sensual, aprendamos a vivir de la voluntad, sere.

    mos inmortales ya, vivientes del mundo inmortal De aquf que nuestroculto de la voluntad nos acerca al portal de paz.

    Este es el secreto que vaga en el silencio y en la sombra. Segui-ni pronto una vision mas clara de que, desde el principio, dla tras dta,mana nuestra vida del mundo inmortal. Pero este secreto, el mas sen-cillo, nuestros deseos 10cubrieron can sus tumultos. Nosotros, as! todacriatura, entramos cada dia en 10 invisible, sin saberlo. No recordare-mos hasta que no venga a nosotros la paz de l silencio, cuando re troceda-mos victoriosos, no obstante sin ilusion, de nuestra batalla coa la mate-ria. Hasta despues de esta renuncia, nuestros ojos no se abriran.

    Cada dia empeiiamos nuestra guerra con el mundo. Cada noche,cuando los latidos de los deseos y el v6rtice de los sentidos cesan, nossumergimos en 1 0 que lIamamos el suefio, Podrlarnos decir con masveras que nos erguimos bajo un despertamiento. Por algun tiempo lassombras de los deseos nos envuelven, rondan, mientras tardarnos, a losbordes de los suefios, As! los deseos, asi los suefios : bellos, hoscos, somebrtos 0 radiantes. Pero se desvanecen pronto, pronto cesan, y el des-canso llega a nosotros. Del reino de los sentidos pasamos al reino delavoluntad inmortal, A traves, entramos, de los portales de oro, de rna-ravillas mas llenos que los fabulosos de cuerno y marfil, y por un tiemponos glorifica la inmortalidad del poder, la inmortalidad de la paz. Porquesin poder no hay paz.

    Mas alia del pats de los suefios, de la sombra de los deseos, laspuertas de la paz se atzan. Por ell as penetran todos los hombres. Siast no fuera, la locura serta et late de los hombres. Iguales son todosdetras del portal, de igual manera despiertan a la inmortalidad. A losumbrales desechan sus di f erencias e l pecador y el santo; y como vivientes almas paras entran juntas. Uno son, el debit y el fuerte; elglorioso y el humilde, uno son. Para todos el mismo carifio de los rayosdel sol inmortal y del agua de vida; porque la gran Vida nos lleva en subondad, y ahora estamos en medio de 10 eterno, Todos, asl, asistimos amas alht del velo de los suefios, nosotros, los nacidos igualmente de lamisma mar de vida; todos- en un solo esplendor, dentro de la terriblellama vital Y eso olvidamos, sin embargo. De nuevo retrocedemosestremeciendonos a traves de los umbrales, a prisa tornamos a hundir ennieblas de suefios nuestra pura divinidad. Una vez mas toma el santosu blanco traje; el pecador, toma del deseo, una vez mas, la roja vesti-dura. Otra vez el debil asume su debil idad, y el fuerte su gozo. Denuevo sus suenos les son reales; y estos suefios forman nuestro mundomortal. .'

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    200 DHARj\tA DHARMA 201

    por John Charlton.

    Casi al mismo tiempo dos eminentes fisicos, Tait y Balfour Stewart,escribieron El I lniverso invisible, donde formularon, en favor de lainmortalidad, un argumento poderoso basado en las enseiianzas de Iaffsica elevada, demostrando como, desde que todo movimiento molecularorigina un movimiento eterico, la suma de nuestras actividades personatesmanifes tadas por el cuerpo 0 el cambio molecular en la sustancia delcerebro, puede ser continuada en un cuerpo eterico que construimosdurante la vida. Sirve de nota fundamental al l ibro de Henry Drummondla declaracicn de Herbert Spencer de que, puesto que la vida consisteen la correspondencia con el medio ambiente, asimismo la vida inmortalsignifica el producto de una perfecta correspondencia con un perfectomedio ambiente. Drummond trata de probar que la vida divina, segunse manifiesta en Cristo, constituye un perfecto rnedio ambiente; y quepor la perfecta correspondencia con ese medio, ent ramos en su vidainrnortal.

    Una linea similar de rac iocinio sigue Stewar A . l"AcDowalI en sul ib ro , c ig no de nota, la Evoluci6n y [a neces idad. de la redencion (1912),que envuelve algunas de las mejores conc1usiones del pensamientomoderno. E I libro se divide en tres partes: prirnera, un lucido sumariode algunos aspectos de la evoluci6n, con el intento bastante sutil,ingenioso y algo complicado de explicar los rnisterios de nuestroscorazones y de nuestra voluntad por analoglas tomadas de los comienzosde la vida en el oceano, en los lentos e inreresantes dlas cuando losprimeros moradores de las aguas treparon a un lugar alto y seeo, seenrregaron a Ius libres novedades del aire y del sol, y ce alii, a travesde generaciones, hasta culrninar en el hombre. La segunda parte serefiere a la vida del j";\aestro en la Palestina, a S!1 obediencia inspiraday al sacrificio de su muerte, con un resumen de los razonamientospatrist icos, escolast icos, dogmaticos, elaborados acerca de cada sucesode su vida maravillosa, y en especial de 1 0 que se conoce como ladoctrina de la expiaci6n. La tercera parte revel a un esfuerzo, muyagudo, a veces luminoso, para acordar esos dos complejos cuerpos depensamiento, demostrar en que forma la doctrina de la redencion encajaen el punto de vista mas' amplio que comienza con una multitud demundos, y luego traza, en nuestra tierra, los extensos horizontes queabrieron Darwin y sus compafieros, el panorama del desarrollo de lavida desde los primeros estremecimientos del limo protoplasmico.

    Una de las cosas mas notables del libro se encuentra en laanalogia que establece Mr. Mc-Dowalt entre esa inte resante transicionde la vida al emerger subitamente de las aguas del oceano y dar

    A este volvemos con la vuelta del dia, a vrvir, por una breveshoras mas, con el vigor trafdo del Mundo inmortal, De este modo, nose sf or zam os , v ac il ar no s, bajo la carga de los suefios, movidos por la espe-ranza, el miedo, el deseo, el odio. Es el miedo el mas penetrante de losazotes, porque al tiempo mismo que cobardes, nos hace crueles. Denuestra divinidad, as! apostatamos, desnudos de todo recuerdo por lalegi6n de sornbras que regidos por el miedo encontramos en el umbral ,Con todo, entre 1 0 Iantastico, no hay ilusion mas absoluta que el miedo.Somos los hijos de la voluntad, y sin embargo, los esclavos del miedo.Por esto nuestro ideal de l valor nos lIeva cerca del umbral, nos prornetedestruir el capitan de las sombras que cierra nuestro paso. Pero por unlargo tiempo aun, las sombras del miedo aceeharan en las oscuras gua-ridas de nuestros corazones. . . . .

    La Evoluci6n y Ia Redenci6n.

    Han existido dos periocos clararnente serialados en la actitud delos escritores de la religi6n cristiana acerca de los descubrimientos deDarwin y sus ccmpafieros. La primera, por desgrac ia, fue de hostilidad,de ataque, consistio en aquellas tormentas descritas por Huxley con pe-netrante ironia, como el estrepito del tambor ec lesiastico. EI combategiro con mayor bravura en torno de la letra muerta de la historia deAdan, Con quien estrecharnente el argumento teol6gico -relacionaba ladoctrina de la redencidn.

    Despues hubo una actitud mas prudente cuando se vi6 que lasrevelaciones de Darwin, la magna idea de la evolucien, aun cuando elno Ie concedio importancia religiosa alguna, era, no obstante, en suesencia vital , profundamente s ignif icat iva respecto de este ult imo punto.Porque si la evolucion expresaba un hecho en la vida Ilsica de losseres organicos, 1 0 expresaba desde luego en la conciencia espiritual dela raza humana. La verdad del desarrollo del cuerpo aparejaba laverdad del desenvolvimiento del alma, su crecirniento y esplendor i1imi-tados. EI primer escritor de fuerza que ipercibie esa verdad se lla-mo Henry Drummond, quien en su meritorio libro La ley naturalen el mundo espiritual, demuestra con vigor persuasivo que la ley deldesenvolvimiento se realiza uniformemente en ambos mundos, 0 masbien en el dnico Mundo del cual son aquellos sus dos aspectos; y queel creeimiento del cuerpo fundamenta y prepara e t crecimiento del alma.

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    202 DHAR!riA DHARMA 203comienzo a su desarrollo en la tierra, y la trans icion mas interesantetodavla de la simple vida fisica a la mental y moral, de la corporal ala espirituat. Irnaginernosnos, dice, un organismo "receptive", esto es,un organismo capaz de responder, al acto, a los cambios ambientes, unorganismo de la linea principal de la evolucion, que de pronto seencontrara en un nuevo medio donde preva lecie ran nuevas condiciones,no de sol y aire, sino de influencias supersensibles que de continuoejerciesen sus poderes sobre el, 6 Fuera llevar, acaso, demasiado lejosla analogta si se supone que se iniciartan ast nuevas y circunscritas yclaras variac iones, suficientes para conducir aquel organismo a gradesmas elevados de conciencia, y por ultimo, a la auto-conciencia? Estoultimo, determinando la facultad de una mayor respondencia a "lasnuevas condiciones", producirta los fenomenos morales y espiritualesde los organismos auto conscientes. Semejante cambio siibito -Iaaparicion de fenornenos de ctase diferente a los anteriores - no seexplicaria sino como un caso preciso de "variacion discontinua". 6 Noes posible, a 1 0 rnenos, que la causa de la aparicion de los fenornenosmorales y espiri tuales, de su aparicion esporadica e imperfecta en algunosgrupos inferio res de an imates cuyos habitos co lonia les 0 gregarios hanfavorecido su manifestacion hasta cierto grado, de su omnipresencia eimportancia en los hombres -las criaturas superiores - sea porque elorganismo ha logrado un estado en que el ambiente circundante, denaturaleza diferente a las condiciones acuaticas 0 ter restres, puedeinfluirlo? Por supuesto que se entiende, con toda claridad, que eseambiente no vino de pronto a la existencia. Lo que ha sucedidosimplemente es que un nuevo factor del medio se ha hecho activo,gracias a que el organismo ha logrado un estado en que semejantefactor puede manifestarse.

    Tocante a la parte teolcgica del libro, no dare ni siquiera unbosquejo. La ilustrare con el siguiente parrafo: Dice el autor que siun hombre ha de salvarse, debe aceptar a Cristo. Eso es cierto, si algosizniflca el cristianismo. Pero el tiempo carece de limite fijo. EI.tiempo no exise para Dios. Sin dud a que la muerte demuestra un grancambio fisico, pero no corta la continuacion de la personalidad. En lapersonalidad, contraria a la fisica, descansa la natural promesa de lainrnortalidad, Es solo un cambio, para la persona, la muerte, bien uncambio de vestidura, 0 seguramente la adopcion de otras vestiduras deexistencia,

    Hasta aqui el libro de Mr. McDowall. Tiene mucho de valiosoy sincero. A mi juicio, el autor es experto tanto en el campo biol6gico

    como en el teoldgice, y no dudo que mucha gente, al iguat de el, hanpercibido la importancia y necesidad de ambos. Pero manteniendolosdivididos en sus mentes, se encuentran todavia totalmente incapaces deharmonizarlos. De su reeonciliacion ganarlan luz y complacenciasgenuinas.

    Reconozco todo esto de buena voluntad ; pero me pregunto simucho de la discordia y de la falta de reconciliacion no sera debido, notanto a una real desarmonia, como al tremendo afdn de argumentac ionesde nuestra mente, que en vez de tomar la vida en su aspecto sencillo ypuro, amontonan Osa sobre Pel ion, construyendo rnontafias de ingeniososrazonamientos hasta casi hundirse ba jo su peso .

    No habrian teoido motivo a existir rnuchisirnas de las penas yangustias mentales de varios siglos, si hubieramos observado el sabioejemplo del Maestro y su metodo de tomar la vida sencillarnente,descansando en la experiencia espiritua l y aplazando todo argumentoy teoria cosmogonicos, Es probable que tuviera una razon profunday positiva para la ausencia de hip6tesis que sefiala sus ensefianzas. Sufin era practice; sus pruebas, dinarnicas. Condujo los hombres a laejecucion de ciertas casas, a proposito de que lograran, por la actividadde los poderes vitales, convertirse en ellas. Los condujo por caminosde crecimiento y transformaci6n; y quizas comprendi6 con toda claridadque, despues de un crecimiento, por pequefio que fuera, verian elmundo con nueva vision, verian que todas las cosas cambiaban por elcambio realizado en ellos mismos, sin que sea simple metafora decirque verian un cielo y una tierra nuevos. Jesus fue un completoevolucionis ta. Para enseiiar el desenvolvimiento de nuestra vida, arrojabaluz sobre e l crec imien to espiritua l citando el crecimiento de 10 natura l.Muchas veces aquel crecimiento 10 compare con el de la planta, con eldel arbol que brota de la semilIa. De la misma manera se desenvuelvey crece la vida espiritual, pero no limitada a la medida del trigo fecundoque centuplica el frute, 0 a ta expansion del espacioso arbot en cuyoramaje construyen los pajaros sus nidos, sino ilimitada, extensa comoel cielo, perfecta en e1 grado del Padre perfecto. Coloc6 al hombre enel camino del infinito desenvolvimiento, por la fuerza dinamica de lapropia vida , de la vo tuntad , de l amor, reservando las teorias para c~~ndo,abiertos los ojos a una nueva vision, fueran capaces de percibir elmundo verdadero. Insinuo muchas veces que debe nuest ro crec imien toarran car de una nueva direceion, pero no en la linea de una vidacorporal mas complicada. Practicamente se anticipd a la modernacreenc ia cientifica de que eI cuerpo fisico ha tocado ya, casi el limite

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    20 4 DHAR.'tI.A DHARMA 20 5de su posible desarrol lo. Lo habia tocado, en verdad, decenas de mi llonesde ail os ha. Pero si hemos de crecer, nos importa tornar otra direccion~o ~s~rechandonos u oprirniendonrs, con los asuntos materiales, sin~intrepidamenre abriendonos paso por un nuevo mundo, muriendo paraVIVlr, transformandonos por entero como se transforma la larva quesurge de la cri sal ida y resplandece a la luz del sol como una alada ybella creacidn.

    Si creemos que el nuevo mundo donde debemos entrar seencuentra, digamos, poseico por la conciencia del Maestro, puedesuceder que entremos en el por Ia union de nuestra conciencia con ladel .~aestro, I.a que sirviendonos de mediadora nos pondra a tone Con10 dIVIDO;0 bien extendido como un puente sobre el abismo de 10 quesomos y de !o que seremos, nos permitira pasar de Ia muerte a la vida.Tal vez consista en esto la razcn del sacrificio de la muerte: demostrarnosp~r un ~remendo ejempIo, el proceso de nuestra transformacion, y aiml~m_0 tiernpo construir el puente que nos conduzca a 10 invisible.Quizas enrrarie mayor sentido la tragedia de la muerte del :'\aestropero 10 cierto es que significa la revelacion, por medio del dolor y delespIendor , de aquel carnbio que llevara nuestros pies por vias ilirnitadasy n~evas. Ya en este estado nos encontramos en aptitud de unarealizable y a menudo realizada experiencia. "Yo muerO-dice Pablo-y. resurjo con el una nueva criatura", palabras que repiten generacionesSIn cuento de las que han osado avanzar por virtud del amor. Esto noes teorta, sino vida, la grande, la sagrada vida que siempre arde ennosotros, en tanto que las teorias y los razonamientos se van con lasestaciones y las subitas fantasias de la mente .

    Y si nosotros, por obediencia a las reglas, tenemos a nuestroalc~n~e l.a . f~cultad de entrar en una vida renovada, y siguiendolas, moriry VIVlr, Imcl~dos en un .nuevo esplendor del ser; si en nuestro yo, enla presente vida, !graclas a la directa y segura intuicion por la quenos reconocemos vrvientes, somos capaces de participar de la inmortalidady de Ia conciencia de ella, no es tan natural como inevitable creer queel l~aestro que nos confio las reglas, paso por la misma transformac ion,y vive, segun 10declare que vivir ia , soberanamente dinamico y efectivo,ahora como entonces escrupulosamente cuidadoso de la libertad denuesr :as voluntades, aguardando, s in infrigir nuestra divinidad, el l ibrecambio de ?uestros corazones? Creemos por directa experiencia enla resurreccidn, de Ia muerte a la inmortalidad, por nosotros y por el ;creemos en la resurreccidn por 10 que nos hallamos en capacidad deprobar en nosotros: nuestro crecimiento, nuestra transformacion que

    nos descubre mundos desconocidos. Inte rpretamos la experiencia de losprimeros disci p ulos por la nuestra, No creemos en nuestra espiritualtransformac ion por 10 que nos dicen de la resurrecci6n; creemos 10 quenos dicen de el la por 10 que podemos probar en nosotros.

    Yaqui nos es posible, quizas, decir algo de 10que nos parece unade ticiencia de l libro de Mc-Dowal, cuya cit a hernos hecho por ser unbuen ejemplo del mej or pensamiento de hoy. Dice mucho de admirabley bello de la muerte de Cristo, pero, pa rece, que poco de su resurreccion.Tal vez corneto injusticia si consigno la opinion de que piensa el comornuchos hombres sinceramente religiosos, quienes, al modo de Renan,creen que las visiones de los disci pulos solo fueron las generosasiIusiones de una fe ardiente. 6 Pero semejante juicio no se debera ala incompleta comprension de las enseiianzas de la ciencia como esaque el mismo Mc - Dowal pretende remover: la creencia de que secont radicen la ensefianza de la evoluci6n y de la redencion? 6 Acasono tendremos la llave de la dificultad en la moderna doctrina del mundoinvisible y de sustancias y fuerzas mas sutiles, en la posibilidad, yaformulada por Tait y Bal fourt Stewart, de un cuerpo eterico, y de queeste cuerpo fue el mismo de la resurrecci6n, habiendose dis ipado despuesde la muerte el cuerpo material? 6 No haria esto posible tanto lasapariciones despues de la resurreccion y 10 ext ra fio de algunas de el ias,como la aparicion en un cuarto cerrado, y la inversa desapar icicn,Hamada la ascension? Por 10 que ahora sabemos de la materia, y desu dependencia de otra materia mas sutil y duradera e no es e lementobas tante para hacer aquello no s610 posible, s ino cas i inevitable?

    Asi me parece que esa cuidadosa labor para establece r contrastesentre las enserianzas de la evolucion y la doct rina de la redencion, y suaun mas laboriosa reconc ili acion, ademas del grande esfuerzo mental ymoral que requiere, pudo, quizas, haber sido innecesaria con mayorsenciIlez de corazon. Si nos contentaramos solo con descansar ennuestra propia experienc ia direc ta, de profundizarla y enriquecerlasiguiendo las reglas que se nos han dado; si ganaramos algun conoci-miento practice de 10 que significa morir para poder vivir, obedecerpara ser libres, cuanto mas felices fueramos. Felices, porque escasascosas en la vida humana se presentan mas duras, esteriles, dolorosasque esos largos procesos de razonamientos antes de la experiencia,estimuladores de amargas controversias, hasta el punto de que mill aresde hombres han ensangrentado la historia por un argumento sobre laMiser icordia Intinita; mas fel ices , tambien, no solo por 10que evitarnos ,sino mucho mas por 10 que ganamos de l esplendor, de la incomparable

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    206 DHARMA 207HARMAbenevolencia, de la paz superior de nuestra verdadera vida inmortal,Desde el principio el Maestro de los hombres ha soportado el peso dernuchas cruces; pero pocos quizas mas doloroso que el peso agobiadorde la controversia religiosa entre aquellos a quienes el pide se conviertanen nifios para que principien a creen en la vida real.

    rante otros mas ignorantes que el, Los lIamados grandes hombres, sa-biendo cuan fatal resu1tarfa a su fama confesar la exigUidad de su cono-cimiento practice, charlan acerca de " proyecciones y elementales," de la" piedra filosofa1," del" elixir;" pero discretamente ocultan a.sus lectoressu insuficiencia y la inseguridad de su estado mental. Enttenda, pues,el investigador, una vez por todas, que de las virtudes no se puede pres-cindir ni ignorar, tienen que formar parte de nuestra vida, y por 10 tanto,precisa conocer su base filosofica. .

    Pero se pre g un tara si en e1 cultivo de 1a concentracton la solapractica de la virtud nos darta el exito. A esto dire que no, no en estavida, sino quizas en una vida futura. Una vida virtuosa acumula muc~~smeri tos que nos procuraran, en algun tiempo, nacer dentro de una familiade sabios donde, acaso, principie la verdadera practica de la concentra-cion: 0 bien nos llevaran a nacer en una familia de devotos 0 de seresbastante avanzados en el Sendero, segun las palabras del Bhagavad GUd.Pero semejante nacimiento dificilmente se obtiene, dice Krishna. Deaqul que no siempre nos conduzcan las virtudes, en breve termino, anuestro objeto.

    Debemos resolvernos a una vida de constante trabajo en estalinea. El perezoso, como el que s610 busca el placer, bien pueden re-nunciar en el umbral y contentarse con los agradables senderos sefia-lados a los que" temen a Dios y honran al Rey." Hay que recorre.r in-mensos campos de investigacion y experiencia, hacer frente a pehgrosinesperados y fuerzas desconocidas; y ademas, hay que vencerlo todo, po~.que en esta batalla ni se implora ni se da cuartel . Es meneste~ descubrirenormes caudales de conocimiento, y apropiarnoslos, EI reino de loscielos no se conquista por la suplica, debe tomarse a la [uerza. Y elunico camino para ganar la voluntad y e1 podel' de apropiarnoslo y rete-nerlo se encuentra en la adquisicion de las virtudes por una parte, y ene1 hondo conoeimiento de nosotros mismos por la otra. Llegara e1 dlaen que veamos por que ningun pensamiento que pasa puede ser i~~-rado, ni omitida ninguna impresion fugaz. Y esto, nunca tarea facti,como se observa, sino obra gigante. eHabeis notado alguna vez que lasimple vision fugaz de una escena, 0 una sola palabra, al instante perdi -da en e1bullicio del mundo, da origen a un suede que convierte en tor-mento la noche, y reacciona sobre el cerebro al dla siguiente? To~odebe examinarse. Si no 10 habeis notado, entonces, cuando desperteisat otro dla, teneis que repasar en la memoria todas las pa1abras y cir-cunstancias del dfa precedente, buscando, con el interes del astrdnomo atraves del espacio, la vision momentanea, 0 la pa1abra perdida. Y de

    . . . .EI CuItivo de Ia Concentraci6n.

    por W. Q. Judge.EI exito en el eultivo de la concentracion no se promete al que

    irregularmente trata de alcanzarlo. Surge de .. una posicion firmementeasumida respecto de un fin serialado, y sostenido sin cejar." Los estu-diantes del siglo XIX son muy propensos a creer que el exito en oeultismose puede obtener como se obtiene en la escuela 0 en el colegio, leyendoy aprendiendo palabras impresas. EI conocimiento que se tenga sobretodo 10que se haya escrito acerca de la coneentraci6n, no confiere ningunpoder en la practica de que trato. En esta escuela se ridiculiza, tantocomo el patan, la simple sabiduria de libros. No digo que se eluda eseconocimiento, sino que, sin la concentraci6n, resulta tan imitil como lafe sin las obras. Me pareee que en algunos libros se le llama la .. sim-pIe sabiduria del ojo." Y en efecto, asi es: el mismo genero de culturaque tanto respeto merece en esta epoca degenerada.

    En el principio de este escrito se Ie dio el nombre de Raj. Yoga ala practica legitima. Rechaza aquellos ejercicios fisicos de posturas yrecitaciones que se relacionan solo con la personalidad, y enseiia al estu-diante que la virtud y el altruismo fundamentan su punto de partida.Esto, a menudo, se desdefia mas bien que se acepta. Tanto se ha dichodurante los 1800 afios acerca de rosacruces, adeptos, egipcios, maestrossecretos, la Cabala y los maraviIlosos libros de magia, que los estudiantesque carecen de directores, sintiendose atraldos, piden informes, y bus-can en vane la entrada en el templo del saber; porque opinan que aque-llos preceptos de virtud son pr JI-ios para los nifios de pecho y escuelasdominicales, pero no para ellos, De aqul que nos encontremos concentenares de libros en todos los idiomas europeos, libros de rites, cere-monias, invocaciones y otras tenebrosidades que no producirl1n m a s queperdida de tiempo y de dinero. Pocos de estos autores tienen algo masde la .. simple sabiduria del ojo." Verdad que a veces gozan de reputa-cion, pero que no pasa de ser otra cos a que la que acuerdan a un igno-

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    20 8 DHAR~ 1Aigual modo, fuera de esa razon tan especial, teneis que aprender are-montaros a los dlas anteriores, para que registreis, con cuid ado y en de-talle, todo 10 sucedido, 10 que cruzo por vuestro cerebro. e Se trata,acaso de algo faci !?

    Pero volvarnos, por un momento, a los supuestos Adeptos, a los quese reputan Maestros, bien sean de rniras san a s, 0 10contrario . Ponga-mos por caso a Eliphas Levi que escribio tantas cosas buenas, y cUYOSlibros abundan de misteriosas insinuaciones. Se condena por sus pro-pios Iibros. Con gran aparato nos habla de la sombra de Apolonio. Consemanas de ant icipacion dispuso toda suerte de preparaciones, y se eje-cutaron graves, sombrias y absurdas obras nigromanticas. Cual el re-sultado? Pues que tan solo, por escasos instantes, aparecio el lIamadoespect ro, y dice Levi que nunca mas repitio la tentat iva. Cualquier buenmiembro de nuesrra epoca podria invocar la sornbra de Apolonio sin pre-paracion alguna ; y si Levi hubiera sido un Adepto, habrta visto al rnuer-to con [a misma faci lidad que si hojease un album para conocer su retrato,Nada se gana, en verdad, con esas operaciones incor rectas y exteriorespreparaciones, sino un perjuicio para los que se dan a ella. Y los teo-sofistas de America que tonrarnente ensayan las practicas de los Yogisde [a India, de los que no se conoce ni la octava parte, e inadecuadas paraellos, recogeran consecuencias, can rnucho, peores que el experimentoapocrifo apuntado por Eliphas Levi.

    Y como tratamos con la inteligencia occidental, la nuestra, inex-perta en esto, sobrecargada con la pesadumbre de una Ialsa educaciony de una logics mas falsa todavia, debemos principiar desde donde es-tamos, examinar nuestras actuales posesiones, conocer nuestros presentespoderes y estructura mental. Hecho esto, nos hal larnos en capacidad deavanzar hacia aquel sendero que mejores resultados nos reporte .

    DE LOS PODERES OCULTOS Y DE SU ADQUISICIONSe cuentan millares de personas en los Estados Unidos, de todas

    las c1ases sociales, que erect, en la existencia de ciertos poderes ocultosextraordinarios, posibles de adquirir . Estes poderes como la adivinacidndel pensamiento, Ia clarividencia, el descubrimiento de los asuntos delos demas, la traslacion de objetos, y otras cosas por el estilo, son losmas solicitados, casi todos con fines egofstas. Y estos ardientes deseosse apoyan, aqul y alia, por individuos y sociedades que ofrecen a los in-cautos engafiosas esperanzas de que, mediante el pago de dinero, puedeninvocarse los poderes de la naturaleza.

    20 9OHAR rAAde nuestros miembros no se hallanY sucece que hasta algu~os aravilloso fruto del conocimien-1 d haber buscaao ese m .libres de la cu pa e . di al Todopoderoso por dlnero.. trocarian Sl pu lesen, . .to, unldos a los que 'f os andan por rumbo dlstlnto.o de teosofistas ervoros IOtro grup t d certeza poseen poderes sobre aCreen que ciertos Adeptos, que ~ond 01 a dOlstancias Y trasportan objetosn a traves e as ,naturaleza, Y ven y oye eer en remotos lugares mensa-o d .os y haeen aparesolidos, vencien 0 espacI , _ sonidos de campanas astrales,. - ados de preclososjes escntos, acompan di te el eJ'ercicio del mismo poder,

    , 0 t rv nir y me Ian .creen que debenan ~n e eo', I s erciban los sonidos ordinartamentelograr que esos fervlentes dlSClPU0 P un'lcar con facilidad, informa-l d esta manera com ,llamados ocu tos,oyeo 0 d I telegrafo 0 del vapor correo. Perociones y ayuda sin la asistencia e estes seres no realizanin serne-ya se ha afirmado, muchas veces, ~uIe e da de balde. Es precisoI eino de los er e os no s ,jante obra ; porque e . . r alll ante nosotroe, para que se entre en el,utom arlo a la fuerza. H~IO 0 a despues que se libre una batalla,y se le ocupe; pero esto solo eanada le concede al vencedor el dere-se libre y se gane, y una vez gana a, se 0 f01 posesion de su mun O .cho de qued ar en la tranqut a h b r olvidado estos preceptos, creo oportu-Como much~s ~arecen t be d uno de esos verdaderos Adeptos,no ofrecerles las siguientes pa a ras ea quienes procuran encoontrar:. . '0 conquistar las facultades de

    " No es tan facII como I::g~~:~ ~ ninguno de nosotros; porqueotr sonidos ocultos. Nunca se I Pd 5 que uno adquiere d eb en se r po rI 0 fl ible que los po ere . 0vale una reg a 10 exi . 0 utilizables yacen latentes e inacttvos,si mismo; y luego de adquiridcs Y d una caja de musica, solo que en-en potencialidad, como las ruedas e I movimiento dandole vueita- I idad de poner as en 'tonces se nene a capaci 1 . lndividuo de animo fervorosoS embargo cua quier Ia la llave 0 0 In '. oderes Esto es el resultado., ti ente semeJantes p. .puede obtener prac ream las que existen para quienes

    , di 0 0 s de personas que .No existen mas tsnncrone t ai He' ahi pues ante vosotros, losit lidad e aire. "el sol da su luz, y SU VI a . mad 10 que podais. Esta esto har topoderes de la naturaleza entera. to 1 Canon Secreto: .. Cuando los- te de acuerdo con e aclaro y estnctamen .c 1 arquitecte ; Y cuando adquiramos. h II listos apareceril e - ,materlales se a en istos, 1 d nuestro ser interne, entonces ellos poderes buscados, educiend~~~ d: poner en movimiento 10 que ha-Maestro estara pronto, y en apt lyamos obteni~o.", , un unto importante, Y consiste en que siMas he aqui, toda~la, P la nave e impulsar el mecanismo,el Maestro puede, por decirle asi, mover

    I

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    21 0DHARMA 21 1tamb~en cabe su negativa para el impulso necesario. Por razones ue se

    relacionan Con los motivos y la vida de los estudiantes serta b q Iconsejo d . . ,ueno ed . e q~; no se perrrutrese, por cierto tiempo, el ejercicio de estospo eres que yacen latentes e inactivos en su potencialidad" S .nar su ~so conducirfa, en unos, a la ruina de otras vidas: ancio-desgracias person~les y retardos en el verdadero progreso: y en otros, a. Por estas crrcunstanctas, el Maestro dice que, muy a menud

    ~:~ ~: nruegadradar el impulso, sino que, mas aun, impedira que se ~u~~e as.HE AHI, DELANTE DE VOSOTROS, LOS PODERES DE TODA

    LA N AT UR AL EZ A: T O.'v1 AD LO Q UE PO DA IS .

    por Tito Alba.

    Norman Angell sopla,como sobre una neblina, sobre esa psico-logta rancia, y sobre los pretextos que Ilevan a pelear pueblos. Y tene-mos de cierto que ta conquista politic a no apareja la necesaria raz6n

    . de una conquista econ6mica, en 1 0 que se refiere a la masa. EI anal isisdel asunto demuestra, a las claras, que nada concurre a justificar elparecer de la mayor parte de los estadistas de actualidad que atribuyena los armamentos el vigor y florescencia de la riqueza publica, en'tanto que el mismo analisis acredita la actitud de los partidarios deldesarme general, dentro de las conveniencias legitimas de la humanidad.

    Desde luego, dos bandos se constituyen: el rnilitarista, que buscael pan por el despojo, y el opuesto, que 10 busca por el credito, EIprimero duda de la fe de los tratados y de la eficacia practica de 10 q uese ha venido nombrando el derecho entre las naciones; y, en conse-cuencia, confia al soldado y a la flota, especie de frontera movible, elresguardo y mantenimiento de Ia frontera fija. La frontera movible,por la elasticidad que, en un momenta dado, espera aprovechar delconcurso de circunstancias favorables, conserva y reanima el suefio yla esperanza de las fronteras posibles. Las fronteras posibles nacendel concepto de que la dilatacion del area territorial envuelve unacorrespondiente amplitud del area econornica; y asi se interpreta comosornbra de espada, toda la vasta cultura de nuest ros dtas ,

    EI otro bando opuesto acusa de ilusionarios a los sostenedores delsistema de la guerra, des de Iuego que, en el supuesto caso de queAlemania venciera a lnglaterra, esto no irnplicarta forzosamente ladesaparicion del comerciante britanico, ni de las condiciones y meritosde sus fabricas, ni de la demanda de sus industrias. Sus artefactos y rna-nufacturas continuarian invadiendo el mercado y conservando invariablela misma antigua rivalidad, en pie el mismo taller, en funcidn los mis-mos braceros. Ni disminuirfa ni aumentaria el tesoro de la poblaciongermanica, salvo una eventual prosperidad politica que se consumirta,sin duda, y de pronto, por la urgencia de formidables recursos de con-servacion y defensa reclamados por el Imperio acrecido y duefio, Elconquistador no podria impedir la reaparici6n de las anteriores dificulta-des, agravadas adem a s por el enorme, el arduo problema peligroso desu ineficacia, ahora, para el resguardo de territorios y de necesidadesnuevas. No obstanteIa victoria, quedaria amenazada la situacion ger-rnanica, ya por su flota menoscabada a consecuencia de la guerra, 0 porun brillante botio colonial sin defensa bajo sus aguilas, y a Ia vez quepor la reacci6n inevitable y perenne de gran des pueblos heridos, tam-bien por el grupo de las Potencias, que des de la linea de sus baterias

    La Orande IIusi6n

    El Comercio.-La Politica.-La Teosofia.

    se ha ;.~: Grande I1us!6n" es un libro nuevo, de Norman Angell quen t elNo c~n encomlO. y carino por los pensadores de ambos ~onti-en ~s'. a vrene henchido de teorlas brumosas, 0 de ueiu:anJ~art;s. Aporta una cantidad de luz caliente y se~si~lem::;: ~:~JOS e os mayores Estados modernos con el animo de desnia la . , d ' que esplertenpercepcron e sus prejuicios y error como potencias militares Largurnentos taman arraign en la claridad de una I' . . os

    dfsticas y hechos de ord di A o?lca rotunda, en esta-o rtunid . en iarro. parece este Iibro poderoso en unapo OJ ad supenor: cuando se opina con bastante I"marina d . , .' va irmento, que lam . ~ guerra. y el ~)erclto dan de frutos el poderio industrialercannt; ~u~ .I~nque~a rndereusa se expone al riesgo de ser ca turad ~que la adquIslclon de tierras fertiles de ricas zonas, . I P a,d ltd' ' equiva e al aumentoe esoro .e un pais: que las razas guerreras Son las lIamadas al rnando

    del mundo, que la naturaleza prescribe la supervivencia de los a sap!os en la lucha por la existencia. Llega en la oportunidad d mpSlcologia de esa especie, ratificada por el trueno de Mukden t e unaMOlke, y ahora recientemente por la guerra de los Balk ' an es poranes,

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    212 DHARMAy de la terre de sus Dreadnoughts, vigil an el mundo para cambiar sumapa. La posicion de Alemania presentar{a el caso de una victoria sinposibilidad de consolidarla, en medio del peligro de la recelosa diplo-macia inter y extra europea que no acepta el crecimiento de poderfosinsuperables, iinicos, absorbentes, 0 arbitros de la paz y de la guerra.Entonces e cual el provecho?

    Resalta en la cuesrion un punto que importa ilustrar, ya que laentidad polttica del Estado, estudiada su naturaleza, no coinc ide con laestructura economica en el sentido de la subordinaci6n de esta a aquel.Cierto que la teorta de la dependencia sirve de apoyo a la credulidadde los estadistas acerca de los beneficios de la conquista. Semejantecredulidad no merecie ra el concepto de ilusoria si aquella dependenciaresultara un hecho experimental; pero la politica s610 expresa una vidacircunscri ta, en tanto que el comercio exhibe l a v a st a complejidad de unavida trascendente y universal. La patria polltica se afirma y define enla afinnacion y definicion de su cerco territorial, en el espiritu de susinstituciones activas ; constituyen un yo, un yo de psiquis propia yea-racterfs tica, autentica, autonoma, del iberante, dentro de su preciso espa-c io geograflco, experimentando ella sola, de manera exclusiva e l prin-cipio y termino de sus trans formaciones y vaivenes a 10 largo de laextension de su mecanismo constitucional. Si Holanda adoptara elsistema republicano por el monarquico donde ahora se desenvuelve,ninglin cambia se derivaria en el estado y magnitud de su comercio.Porque ambas fuerzas giran en orbitas que no se tocan, La una, con-fonne queda expuesta, es nacional; intemacional, la otra, Norman ArgelJdice que e l fi na do L or d S al is bu ry h ac ia e st a s ig ni fi ca ti va o bs er va ci 6n : laconducta de l hom bre de negoc ios cuandn obra indh 'idualm en te , en suc a pa c id a d c ome r ci al , d if ie r e r ad ic a Lm e nt e, e n s u s p r in c ip io s y aplicaciOn,de L a c on du cia d el m is mo c ua nd o o br a c ole ctiv am en te y p a ra e fe c to spolit icos.

    Y haciendo resaltar la futilidad de los armamentos. dice Angell:L os tin ico s fac to res qu e tom a e n c ue nta e l c apitaL ista son L a s e-guridad y e l p r ov e ch o ; y al medirlos y ca lcu la r lo s , e l c a p it a li s ta ha lle-g ado a la co nc lu siO n d e q ue los vaL ore s d e la s n ac io ne s i nd ef en sa s e std nm as s eg ur os q ue lo s d e o tr as d efe nd ld as p ar a rm am en to s c olo sa le s ..porque un conocimien to de la s tinanzas .... le ensena qu e e n n ue stro$d la s la r lq ue za n o n ec es ita s er d efe nd id a p or qu e n o p ue de s er c on {is ca da .Y de este otro modo:

    A s;, como indic ia no iorio , aunque incom ple to , de la riqueza y. s e gu rid ad r ela tiv as d e lo s E sta do s re sp ec tiv os, se otrece el hecho de

    DHARMA 213, . rme como Belgica ; se co tiza al 96,que la Deuda del 3~o de u ti p ius ~ ;:m an ia n o alcanza sino al 8Z; Y e1 3 y

    en t~n to que e13% ~e la tz:IZO millones de habitantes, y su s 4 mi-media % del lmperio ruso: c on i n tras e l 3 y medio % d e N or ue ga ,llones d e s old ad os , s e c otl~ a ~ 81: e: i: o a b so lu ta m en te .. .. se cotiza al lOZ.que no tiene po r su parte tungun ~J ., aradogica de que cuanto mas seTodo 1 0 cual no s lleva a t: z c on c ;slo n pn ac io n m en os se gura se h alla .protege m ilitarm enie la rtqueza e una

    o ast: . d S d e H olan da son sup eriore s c om oI s eguridades e U lza 0 ,.... a s . dustria les de un palS comod Al . . y la s empresas tn .garaniia a las e eman~:. re ta son pre jeribles, como segurt-S uiz a, d eje nd id o p ot u n zs: ope tr~s millones de soldados, losdad, a oiras empresa s res pa l a s porm ejo re s d el m un ~o . d 1 doctor Bertillon sobre la riqueza delEI autor cita el calculo e I t man adulto con 9.000 francos,individuo en cada pais, resultando e a ey el holandes can 16.000.

    E otra parte se lee: dn , . ue iio s Estados, exento s e.... lo s pape les de credito de los peq d I dispen-. , libres en parte a l menos, e atoda amenaza de confiscacion, y .' 15 0' ZO puntas sobre lo s valo-d 1 0 mento s se cotizati ,dio sa ca rga e s a r",,!. . d' B 'I ic a podria des aparecer un dia ures de las nac iones m ilitarize a s. e g .. da i a p rd cti ca me ni e i nd em n e.otro , pero su rtqueza que r . in territorial comprueba que:

    Y discurr iendo sabre la expansio beza exac tamente 10 m ismoP ru si a c on ~u is ta do ra p ag a, ~ or s ~~ ls ac ia n o le p ag ar a e sta s um aqu e A ls ac ia c o nq u is ta d a y n ~ m e no sF, Y. nque a e sta . ... Ie p agaria. nd ' pagarsela a rancla , au .a Alemama , te rta que y . Al mania no posevera a A lsacra-e n re aIida d u na su rna m ay or. Sl e 0 de uno sino de muchos

    Lo ren a, se ve r~ e x~ nta d e co ~~s q ue a:t:~ ~ npa r ta nto: la c ue stio n m o-m illones. 1 cam bro de posestott no id. 1 edor n i para e l poser o.netaria ... n l pa ra e pose .' H it. y d e la A ls ac ia p or A le ma nia ,L a a ne xi on d el S ch le sw r~ 0 seen. 1 de ningun a leman . Aun -' 't la r tquez a pa rt ic u atno aumen to en ,~ ce~,lm o Canada el comerc ian te inglis se ve a rrojadoque lngla ierra posee el 'l merc ianie suizo , que no posee e tde lo s metcados canaden ses po r e coCanada. d t r ija s c an A le m an ia y tr iun fa . LaSuiza sostiene una guerra e a _ nacio nes en seiia que el. d las pequenashisio ria in tegra del cometc to e dis da ning un a ve ntaja c o... . .. de las mas gran es no erestrglo po litio .metcial,

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    IIfactores del trabajo en el decurso de cuarenta anos, y comprenderemospor que en las conveniencias modernas sirve Alemania de venero deexplotacion de Inglaterra, 10 mismo que esta de aquella ; y tejen unaespecie de trama inquebrantable y vital, con los hilos de su reciprocidadeconomica, New York y Londres, Londres y Paris, Paris y Berlin. etc.,etc. Dtgase 10 que se quiera, hoy apunta, y crece, en desrnerito y des-valoramiento de la conquista tradicional y de la teorla de los imperios,una enorrne , una real ciudad para cuya c on st ru cc ic n a p or ta n hierro ypiedra las razas en conjunto. La voz de esa ciudad se oyc pronta yunanime para conjurar la conocida crisis neoyorkina, con oro de Berlin,y con el que Londres reunio, de diez y siete palses diferentes. Esa rnis-rna voz, cuando la cuestion Marruecos. subio nutrida y alentada desoberanla; y no quedo otro movimiento a las rnanos de Alemania y deFrancia, puestas ya sobre la ernpufiadura de las espadas, que el demover la pluma de los convenios en la importante ocasion de Algeciras.Analogas razones llevaron, al abrazo amigo, a la Argentina y Bolivia,a Santo Domingo y Haiti, a Costa Rica y Panama, al Peru y el Ecua-dor. Y ya antes la Argentina y Chile hablan fundido sus viejas dife-reneias en la estatua de Jesucristo, que desde entonces empina sobreLos Andes el amor de arnbas fronteras en una vision magnffica de fra-ternidad y de paz.

    Dada la naturaleza del cornercio, el derecho de la conquista mar-cial desvirtua la preeminencia avasallante que adquirio en los dias deRoma y de la Edad Media. La asume ahora el trafico rapido, el cable,el producto superior, la demanda, el arbitrio y la aptitud del individuoo del pueblo. Rompiendo por la linea de las naves britanicas, el co-merciante suizo avanza, al vencimiento del genio anglo-sajon, en elpropio campo de sus especulaciones. Ya no mas sangre, ni el barbaropicando los muros de las ciudades, al rencor de su maza. Ahora, lamecanica de correo; y de oro, el papel de credito, De suerte que la ra-zen de los armamentos no explica ya sino una determinacion atavic ay negativa a traves del ambiente de las cosas modemas. La espada deFrancia entrando en Berlin. no aumentarta en nada el haber del frances.antes por el contrarie, rebotarfa contra la Francia misma el golpe ases-tado a las finanzas y at trabajo aleman.

    Se observa asf, que las tendencias contemporaneas van aclarandola cifra de sus problemas en un sentido francamente descentralizadory expansive, en rumbo opuesto at arcaico sistema hereditario de losgobiemos que se movian a concentrarse y aislarse; y como apremia elu-dirt previendo, los conflic tos que nacen de aquellas dos tendencias anta-

    ~nterpr~tado en el sentido de experiencia vivida y actuante, elcomerc~o ~amfiesta, entre todas las actividades de los pafses, el poderque. mas Integra en sf el acercamiento y fratemidad de ellos. Por~nctma ~e I~s fronteras, y como si no existiesen, combina y traba eltnternactonahsmo de sus intereses, erigiendo, a pesar del rencor de losEstados 0 de la represalia inexplicable de los gobiernos, una patria delmundo, donde el hombre trata en paz, da y recibe, en justicia, pan y oro,valora sus energfas y las estimula, y prepara los elementos de una sran~oncordia .universal a l d if und ir , con el intercambio de los producto:, elt~tercambto de las emociones. de las ideas, de las costumbres, de lasdiversas cu~turas. EI comerciante americano 0 el frances po r los rnerca-dos extnlnJeros, no cifran en el prestigio de su cuna el exiro de susoperaciones, sino en el rnerito y bondad de 10 que venden, Y graciasa. la extensa red del domin io del comercio, tan fundamental en las so-ciedades, fa conquisra , seguida del despojo, clavarfa a un mismo tiempoel filo de su hierro en los vencidos que en los vencedores. Normal An-gell I? esclarece en fo rma inatacable cuando demuestra que el saqueo delos sotanos del Banco de Inglaterra por un ejercito de Alemania "1 0pagarfa Con creces e l comercio aleman; y las instituciones financierasde ~ste pars ejercerian toda su influencia sobre su Gobiemo para quepusiera fin a una siruacion desastrosa para su comercio, y las finanzasalemanas solo e~caparian de la ruina completa mediante e l compromisoexpreso del Gobierno de respetar la propiedad privada y especialmentelos depositos bancarios,"

    Tratando de reducir a su expresion mas sencilla los terrninos deIa compleja solidaridad financiera , para que se perciba directamente lamutua s~bordinac~on protectora que ordena , dentro de las contigenciasde un mts~o destine, a I~s uiversas naciones, Angell establece el ejem-plo de cultivadores de tngo que habitaran un lade de la frontera, y depro~uctores de carbdn, del otro lado, EI apoyo que se prestasen, obe-deciendo a causas de necesidad, no de altruismo, haria que Ia existenciade cada uno de ellos se hallara vinculada a la tares del otro. As{ elc~mbio y la retribuci6n los mantendrta en una dependencia de tal ';ag-nitud, que cualquier incidente perturbador en la regularidad de una uo~a de las faenas desempeiiadas, los afectarfa a todos conjuntamente.Desele a esta estructura rudimentaria la creciente multiplicidad de los

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    216 DHARMAg6nicas, no se comprende la sabidurta de los estadis tas sino promoviendocuantas facilidades convengan a la maxima expansi6n de su espfrituindustrial y mercantil. Esa expansi6n sustituye al ejercito con desen-lace mas noble y humano : como el ejerciro, conquista' OCUDa ooseedomina, gana territories pero Con la confianza, adquier; colo~i~s' y I~retiene pero con la virrualidad del crediro ; y en cualquier parte dondepredomine la obra de sus fabricas, el carb6n 0 el metal de sus minas,Ia tela de sus talleres, el tipo de sus rebarios, 0 la cosecha de sustierras, predominani la grandeza y la fecundidad de su genio nacional.EI subdito Ingles, para invocar un caso, que trasporrara a las comarcasorientales 0 a las del Africa la carga de sus negocios y el afan y destrezade sus especulaciones, alargarja consigo, aun cuando en forma iatanzible'"o por eso menos positiva, las fronreras de su imperio. Surgiria elmercado, de ese modo, juntando en su importancia neutral y cosmopoli ta,las astas de todos los pabellones, como en la almena de un muro.Juntas estan hace tiempo, no obstante de que los Guillermo, Jorge,Nicolas 0 Francisco Jose, se ernpenan en deshacer el haz magnffico; yun heche salta de relieve, sugiriendo el signo benevolo de un admirablefuturo, el hecho de que a pesar de la rivalidad armada de las Potenciasel belga, el ruso, el aleman, el austriaco, el italiano, los rnisioneros deltrabajo, los que parten de Hamburgo, de Marsella 0 de New York, seencuentran en todas las costas, y se tienen de ciudadanos de una mismarepublica, y asimismo toman asiento, junto a una mesa comun, a com-partir, como en festfn de familia, el pan, el vino y la sal de sus vidas,chocando en jubilo sus copas por sobre el caballo de los Alejandros, enun voto de coraz6n por la fraternidad y la paz del mundo.

    DHARMA 217que 10 establece el primer objeto de nuestra Soci:dad,. los. o~re~osde todas partes trabajan en los talleres del cornercro, SIO distincionalguna, sino que la imprenta adem a s , constituyendo en patrimonio univer-sal las ideas, lIeva a todas las manos, en comt in, los frutos de los pensado-res y de los artistas; y a la vez que, gracias a la electricidad, platican decontinuo entre si, y como de Iabio a labio, los moradores de los cabosopuestos de la tierra, por otros respectos, se estan ya viendo las rama sde las religiones, antes como cautivas y mustias dentro de una vegera-cion parasitaria, erguirse en pulcra lozanla de la matemidad de unmismo tronco mistico, y conjuntar la gracia y el sosiego de su sombraen el camino de los creyentes. En todo se percibe la poda y el cul-tivo de una transfiguracion que, naciendo primero de 10 si lencioso yoculto, se anuncia luego en tradicionales diferencias que se borran, enafinidades y sirnpatlas que se multiplican y se suman, en aquel mundoimposible y senil, roto en castas, 0 aguerrido en tumul~os rivales, qu.eahora se reconstruye, modifica su estructura, va refloreciendo a los rru-lagros de una armoniosa comunion de pensamiento y de vida.

    Aporta Norman Angell, a la universal fraternidad, un menton deelementos constructivos de energla-y espiritu.

    " . "DiAlogo

    por Juan de Sales.

    IIIPregunta: La misma Revista a que me referi en nuestro Did-

    logo anterior comenta el ntimero 7 del Capitulo IV del Bhagavad Gita, ycon ese motivo asevera que "H. P. 8. no puede decir otra cosa dado SU !conocimiento de los textos sagrados y de la verdadera Ley, que si acttiaa [echa fija en el orden de los [etuimenos naturales, no puede hacerlode igual manera con relacion. al adelanto y proceso evolutivo del almahumana ... " Deseo conocer, en esta otra vez, su criterio respecto delcitado pensamiento.

    Respuesta: Con mucho gusto, tanto mas cuanto que usted me damotivos a prestar dos servicios: a destruir la afirmacion mas peregrinaque ha podido fonnularse en esta epoca de estudio de Escrituras Sagra-das y de religiones, y de traer a la integridad. de su sabiduria a !a quemostro al Occidente, sin velo, la gloria de ISIS. Porque el escntor Iesupone a ella precisamente 10 contrario de 10 que, con. toda abrumadoraclaridad, cqnsignd en sus libros ilustres. Al yo decir que le supone

    Norman Angell calcula como en cuarenta afios la historia delcornercio modemo, coincidiendo ese perfodo de solidaridad material conel de principio de unidad espiritual sostenido esforzadamente por laSociedad Teos6fica en multiples centres de estudio, en su intensa lite-ratura, en conferencias, libros, periodicos, en el e jemplo de sus miern-bros actives. Los que derivan del interior de un hombre su vida, delinterior de un pueblo sus ana les, del interior de una raza su fisonomfay sus movimientos en el espacio, interpretaran la expansion igualitariay concertadora que acerca hoy a los individuos de las diferentes latitu-des. como reflejo del cambio de percepcion y de sentir que el espfrituteosofico promueve en el interior de nuestra epoca. No solo en la forma

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    218 DHAR.""-Asemej ante aserto, presto fianza de su buena fe de invest igador sincero:"amable para oir, bondadoso para juzgar", segun la frase de Shakes-peare. En La Docttina Secreta, I, 602, H. P. B. dice asf ; "Segun lasensenanzas, Maya-Ia aparienc ia ilusorij ; de la ordenaci6n de los suce-sos y acciones en esta Tierra-cambia variando con las naciones ylugares, Pero los rssgos principales de la vida de uno, estan siemprede acuerdo con la "Constelaci6n" bajo la cua l se nace , 0 digamos con lascaracterist icas del principio que Ie anima. 0 l a Deidad, que sobre estepreside, ya Ie llamemos Dhyan Cohan como en Asia , 0Arcangel como enlas Iglesias latina y griega, En el simbolismo anti g uo, el Sol-el Espi-ritual, no el visible-se supon.a que enviaba los trincipates Sal~,,!doresy Avataras. De aqul el lazo que relaciona a los Buddhas y Avataras ytantas otras encarnaciones de los Siete superiores.... De este modo,los sucesos de la humanidad tienen ejectivamente lugar en coordi . .ac ioncon las [ormas de ntimero, puesto que las unidades de esta humanidadprocedieron una y todas de la misma fuente: el Sol Central y su sambra,el visible. Pees los equinoccios y solsticios, los pertodos y las variadasfases del curso solar, astron6mica y numericamente expresados, sons610 los simbolos concretos de la eterna verdad viuiente, aunque parez-can ideas abstractas a los mortales no iniciados. Y esto explica lasextraordinarias coincidencills numericas: con relaciones seometricas, de-mostradas por varios autores."

    No menos interesante resul ta estotro, de la misma obra referida,601: "Para hacer la obra de Karma-en las tenovacionei periodicas delUniverso - mas evidente e inteligible al estudiante, cuando lIegue alorigen de la evoluci6n del hombre. tiene que examinar ahora con nos-Jtros la lnfiuencia esoterica de los Ciclos Kdrmicos en la Etica Universal.(H. P. B. es enteramente opuesto a 10 que le atribuye el escritor de IaRevista). L a cuesti6n es la siguiente: 6 Tienen alguna influencia 0alguna relac i6n directa con la vida humana esas misteriosas divi sionesdel tiempo, ll amadas Yugas y Kalpas por los indios, y tan graficamenteciclos, anillos 0 cfrculos por los gr iepos > Hasta la filosofia exotericaexplica que estos circulos perpetuos del tiempo, vuelven constantemente1epetirse de un modo peri6dico e inteligente, en el Espacio y la Eter-nidad, Hay "CicIos de Materia", y hay "Ciclos de Evoluci6n Espi ri-:ual", asr como tambien Ciclos de raza, nacionales e individuales. G Nosuede la especulaci6n Esoterica hacer que profundicemos mas en susJrocedimientos ?"

    Esto confinna e l sistema pitag6rico de la mdsica y de las mate-naticas, la expresiva frase de Archer Butler: "EI mundo es, en todas

    DHARMA 219sus partes, una aritmetica viviente en su desarrol lo, y ~n~ geometrfarea liz ada en su repose," Pero H. P. B. abunda en sug:nmlento~ ~ en-sef ianzas sobre fa evoluci6n cfclica triple, fisica, ps iquica y espiritual,en formas tan concretas como aqui: "Ast como nuestro planeta hacesu revoluci6n alrededor del Sol una vez cada afio, y a la vez da unavuelta sobre su eje cada veinticuatro horas, atravesando de este modociclos menores dentro de uno mayor, asl se lleva a efecto y vuelve aempezar la obra de los periodos ciclicos mas modern~s dentro ~e l Gra~Saros. La revolucioa de l mundo fi sico, segun la aniigua d~ctn~a, eS.taacompaiiada de una revolucion semejanie en el = : de Larnt~l!genc!a,pues la evoluc ion espiti tuai del mundo precede par ciclos .L? t tusmo quela [isica. De este modo vemos en la historia una alte rnacion regu~ar deflujo y reflujo en la marea del progreso humane. Lo~ grand es reinos eimperios del mundo, despues de l legar al pu~to culrninante de su gran:deza descienden de nuevo por razon de la rrusma ley por la cual asce_~dieron: hasta que habiendo Uegado al punto mas inferior, la Hurnani-dad se' afirma de nuevo y sube otra vez per medio de esta ley de pro-gresi6n ascendente por cic1os, a la altura de Ia meta de ~~ , ~er, algomas elevada entonces que el punto del que antes descendio. (D. S.604. I).

    Y refiriendose a Kepler, H. P. B. dice: "En donde K~pler ve unaprofecia que directamente se refiere al Salvador, otras nac iones yen e ls imbolo de una ley eterna decretada para eLManvantara actual. , 2 . Porque ver en Piscis una referencia directa a Cristo, que es tan s~lo ~node tantos reformadores del mundo, un Salvador para sus ~artldanos,pero unicamente un glorioso y gran Inieiado para los demas,. ~uandoesa constelaciott btilla como simbolo de todos los Salvadotes Espmtu.al.espasados presentes y [uturos, que dispensan luz y desvanecen las ~!me-bl ' tal) Y que diremos de las circunstancias de relacionars men es ...los brahmanes su "Mesias", el eterno Vishu Avatara, con un Pez y unMesras de su Dag-On, el Hombre Pez y Profeta." (D. S. 617. I).. . n el momentoParece que Kepler sostenia como hecho posinvo que, e. "de la "encarnacion", todos los planetas estaban en ~?nJunclOn. ,en elsigno de Piscis, llamado por los Kabalistas judfos, la constelacion del~esias". Kepler aseguraba que: "En esta constelacion se encuentrala estrella de los Magos.... En virtud de estas profecfas naturales-dice el doctor Seep-estaba escrito en las estrellas de l firmame~to queel Mesias nacerta en el ana lunar del mundo 4.320, en aquel ~n~ me::morable en que todo el coro de los planetas celebrarta su JU~lleo.(D. S. 617 a 618. l). "El reeonoci6 (Kepler) la grande y universal

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    220 DHAR,\\A 221DHA~.\\Aimportancia de todas las conjunciones planetarias, "cada una de las~uales-como dijo muy bien-es un ano clirnatericn de la Humanidad."(: ... solamente es un perfodo critico durante el cual se espera perid-dicarnenrs algun gran cambio, ya sea en la constituci6n hurnana 0 enla cosrnica, sino que tambien pertenece a cambios espirituales uniuer-sales .. Los ~u:opeos lIamaban a cada ano 63, el "gran climaterico", ysuponian q~lz.as ~?n raz6n, que esos anos eran los que se produclanpar la multiplicacinn de 7 por los nurneros irnpares 3, 5, 7 Y 9. Pero 7es la. v~rdadera escala de la naturaleza en el Ocultisrno, y el 7 tiene quemulttphcarse de un modo y por un metcdo muy distinto que el quehasta ahor~ ~onocen las n~ciones europeas). La rara conjunci6n deSatumo, JupIter y Marte tiene su significaci6n e importancia a causade sus especiales grandes resultados, en la India y en la China tantocomo en Europa, para los misticos de estos parses. . .. Si se afirmaseque no fue la casualidad la que indujo a los arquitectos arcaicos delZodiaco, hace miles de aries, a rnarcar la figura del Tauro CO n la aa~terisca , sin exponer una prueba mejor 0 mas valida de que sea prote-,~lca ~el Ve:,bo. de ~:isto, que ~a de que el.alef de Tauro signifique eluno y el prrrnero y que Cristo era tarnbien el alpha 0 el "uno," en-tonces se pcdra demostrar que semejante "prueba" resulta anularse de

    un modo extrario en mas de una manera." D. S. 619 a 620. I.) "Portanto, las "profecias" siderales del Zodiaco .... nuncan sefialan a nin-gun suceso particular, por mas sagrado y solemne que sea para unaparte de la hurnanidad, sino a leyes peri6dicas que se repiten siempreen la Naruraleza, tan solo comprendidas por los Inic iados de los mismosDioses Siderales." (D. S. 516. I.)

    .. De.los Puranas se copia 1 0 que sigue: "Cuando toquen a su finlas innruciones legales y las prac ticas ensenadas por los Vedas; cuandose acer~u~ el termino del Kali- Yuga, bajara a la Tierra un aspecto deaquel dlVIOO Ser que por su propia naturaleza espiritual existe enBrahma y es el principio y el fin .... Porque se ha dicho: "Cuando elS~l y la Luna y las Constelaciones y el planeta Jupiter esten en unamisma morada , volvera la gran Edad,"

    ~ de La Doctrina Secreta, II~, 298, 319 , 330 Y 358, respectiva-mente, IOsertamos. estas altas lecciones: "Hacia el termino del Kalpase espera al Kalki Avatars, cuyo nornbre y circunstancias no es !icitorevela r, pero que procedera de Sham balla , 0 "cuidad de los Dioses". _ ..Por este motivo, desde los Rishis indios has ta Virgil io, y desde Zoroastrohas~. la ultima Sibila, todos los yates de la Quinta Raza cantaron ypredijeron la vuelta clclica del signo Zodiacal de la Virgen y el naci-

    miento de un Divino Nino que habia de restituir a la Tierra la Edadde Oro." "Pero ademas de la etema ley de la reencamaci6n y delKarma, deben ensefiar los ocultistas la reencamacion ciclica y evolucio-naria , 0 sea aquella clase de renacimientos de que ya tratamos en Isis,s in Velo, y que todavia son incomprensibles para cuantos desconocen lahis toria del mundo," "De aqui la necesidad de un Nirmanakaya quese ofrezca en sacr if icio y este dispuesto a sufrir las consecuencias de laencarnac ion terrestre sin recompensa alguna en el orden evolutivo, pues-to que ya termin6 su evoluci6n en los tres mundos. EI Yo superior 0Monada divina no queda en semejante caso ligada al yo inferior, sinoque su conexi6n es ternporanea y casi siempre actzia por ley Kdrmica.Es un verdadero sacrificio cuya explicacion corresponde al supremoconocimiento oculto. Esid intimamente re lac ionado-por la evoluc iondel Espiritu y la involuci6n de la Materia-

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    222 DHAR.' t tA DHARMA 223la desgracia-si tal Ie ha sido decretado-ya sea con los blancos ropajesdel rnartir, 0 con las manchadas vestiduras de un voluntario en elcamino de la iniquidad; pues hay condiciones externas e internes queafec tan a la determinac ion de nuestra voluntad sobre nuestras acciones,y en nuestro poder esta seguir cualquiera de los dos senderos."

    Pregunta: En este caso le concedo fa razoa a H. P. B. y se faniego a fa Revista citada. No veo [atalismo,Respuesta: Ni puede haberlo si en el rumbo necesario 0 dorni-

    nante que, hasta cierta finalidad en el avance evolucionario, han detornar un hombre, un pais 0 una raza , disponen estos soberanamente desu libre albedrto para andar como reos 0 como justos. Mal, 1 0 que seopone a la evoluci6n; bien, 1 0 que la favorece. No hay sino que ocupeun hombre donde no sea capaz de los dos actos, 0 de avanzar el pie, avoluntad, por cualquiera de los dos etemos caminos de que nos hablan lassagradas escrituras, De aqul que , dijeramos en nuestro Dialogo anterior,que los Cristos son los colaboradores de la na tura leza . Trabajan con ella.Ella es Ley y Vida. Ellos son Vida y Ley. Cuando lIega la hora delflujo espiritual, la hora de la Estrella del Mago, regresan los Cristos,simple y sencillamente, porque se repite la expansion de su poder propioy de su ambien te entre los hombres.

    Pregunta: Llegado a este punio, podria su atencioa darme luzsobre la iniel igencia del capitulo IV, tuimero 7, del Bl:agavad Gita, en faparte que dice: "Siempre y cuando languldece el Dharma, y reinaniriunjantes el desorden y la iniustic ia; me doy nacimiento a Mi mismo,etc., etc." t

    Respuesta: Eso es sabio y claro, Su comprobacion se logra conel mero estudio del ciclo especial de cien ailos a que nos hemos con-cretado, dividido en cuatro partes, en la forma que el Bhagavad Giiadivide el mahayuga en cuatro yugas. Si como dice H. P. B., en elultimo cuarto de cada siglo sobreviene invariablemente un mistico im-pulse espiritual, queda a la intuicion e Investigacion del estudianteaveriguar la fuerza dominadora en el cuarto tercero. Remonte los pe-rfodos h isroricos, siglo tras siglo, para que tambien aprenda a conocer Iaanalogfa invariable de la f' .erza dominadora en dichos cuartos, y asf seexplicara por que en el momento espiritual de 1875, el materialismollenaba el mundo con sus Iibros , sus' per iddicos, su vigorosa y avasallantepropaganda. Y una vez realizada esa lectura de la Ley, esa lectura dela Vida, no dudamos de que el estudiante se hallara en aptitud de com-prender, en su verdad y en su espiritu, la letra del Bhagavad Gtia cuandodice: "Siempre y cuando languidece el Dharma, etc., me doy naci-

    miento a Mi mismo." Se hallara en aptitud de ver fluir siempre aquelcuarto de siglo en que languidece el Dharma, a pesar de todas las teorias ;vera el ultimo cuarto espiritual, renaciendo de su propio poder deexpansion, a pesar de todos los sectarismos. Vera que mientras loshombres hablan sus vanidades, discurre a traves y por encima de ellosla clara periodicidad de los ciclos, luz de las profecfas, modo de andarla Naturaleza en las espirales de la evolucion. Vera, despues de lahora de la materia, subir la hora del esplritu, con el ritmo con que laluna briltante sube perennemente de la luna oscura, ritmo de la pri-mavera y del inviemo, del afetio y del perihelio en la elipse de los pla-ne tas, del flujo y reflujo en el oceano, de los golpes del corazon; vera

    . e n todas partes el desarrollo de una ari tmet ica vivienie y el reposo deuna geometria realizada, en. todas partes expandiendose y recogiendoseel aliento de Dios. Y asi tambien el estudiante se hallara en capacidadde aprender por que la Teosofia se llama Sabiduria, Conocimiento,Vida, Ley.

    Pregunta: De maneta que usted sostiene la opinion-de H. P. B.de que el "nuevo pottador de fa aniorcha de la Yerdad" aparecerti cone l impulso espiritual del ultimo cuarto de l siglo?

    Respuesta: Naturalmente, porque no es de otra rnanera. Es-perar a los Maitreya antes de la hora, equivale a salir afuera, a la medianoche, a calentarse a los rayos del sol. H. P. B., profunda y experta lee-tora de la Naturaleza, sabla 10 que decta; y sus Cristos, sus Salvadoresde l mundo, no eran f:1bricas convencionales, sino la gloria de un sucesocosmico, como 10 dijo tantas veces. Y solo cuando la Estrella de Bethle-hem de Judea fulia de nuevo en el Oriente, sonara 1a hora de Cristo.

    . . . .Mauricio Maeterlinck y la Teosofia

    por Katharine Hillard.Ya estamos acostumbrados a las especulaciones, en rumbos y

    estilos varios, de 1 " . Maeterlinck . Es cla re , y presto siempre a tomarnuevos tern as y a asimilarselos; perc debe confesarse que tratando dela Teosofta en su reciente libro llamado "La Muerte", parece haberintentado ir mas alta de sus a1cances, de suerte que confundi6 las ideasde reencarnaci6n con las de trasmigracion de las a lmas.

    Antes de abordar el asunto de la naturaleza y de la persisten-cia de la conciencia individual, opina M. Maeterlinck que serfa conve-

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    22 4 DHAR~Aniente estudiar dos interesantes soluciones de esos problemas, que sino nuevos, por 10menos aparecen como renacimientos de la idea de lainmortalidad personal. Esas teorlas neo-teosoficas y neo-espiritistasson las tinicas que, en su concepto, merecen una seria discusion. "Nopuede negarse-dice el-que de todas las hipotesis religiosas, la reen-carnacion resulta la mas plausible, la menos repugnante a nuestrarazon. Dispone de la ventaja de apoyarse sobre las religiones masantiguas y universales, las aiin no comprendidas de un todo por nosotros.Y en efeeto el Asia entera, de donde nos viene casi todo de cuanto cono-cernos, siempre ha creido y aun cree en la rrasrnigracidn de las almas."Aqui M. Maeterlinck cita a Annie Besant, a quien cali fica de "notableapostol de la nueva Teosofta", quien dice "muy justamente", que nohay doctrina fl losofica de un pasado tan magnifico, tan lleno de intelec-tualidad, como la doctrina de la reencarnacion", ni hay otra, conformedeclara li\ax Muller, tocante a la cual hayan estado tan de completoacuerdo los mas grandes filosofos de la hurnanidad."

    Todo esto - dice M. Maeterl inck - es perfectarnente cierto. Perode aquf no pasa. Parece que toda la Teosofia no se Ie reduce sino aesa doctrina; y descontento de una filosoffa heredada de la mas remotaantigt iedad, una filosoffa, de la cual declara, que sari s face tan de I1enoa las inteligencias mas gran des de todas las edades, pide j que! pruebas.Pruebas! y agrega que, en vano, ha buscado una tan sola entre los me-jores escritos de nuestros modernos teosofos. Las encuentra estrechasdentro de afirmaciones dogmaticas y reiteradas, vagas por vado espacio,adonde parece haberlas seguido Maeterlinck.

    Yarios de los primeros capitulos de L a M ue rte estan dedicadosa los terrores de la muerte, espaciandose sobre ese particular, comopudierarnos creerlo muchos de nosotros, con una elaboracion harto inne-cesaria. Apartando algunos fenornenos psiquicos 0 espi ri tistas, ~no esun caso frecuente que una suave indiferencia se difunde insensible-mente sobre la vida que se extingue, y que una ausencia absoluta dedeseos sucede al frenetico apego de la vida que se nota en eI rnenornumero de moribundos? Uno de los mas conocidos medicos de NewYork me dijo que solo un veinte prr ciento de moribundos observadospor el no revelaron calma y tranquilidad, probablemente indifer~i~como serta mejor la frase. ~\aeterlinck asegura de que vendra undia en que la ciencia no solo opinara, sino que obrara con certeza al libraral paciente de los padecimientos de una enfermedad incurable, cuandola Vida, en momenta de su propia eleccion, penetrada de su hora final.huya silenciosamente con la misma calma con que se retira cada neche,

    ." ..DHARMA 225- c

    al termino de su diaria tarea, No existe ninguna raz6n ni fisica nimetaffsica porque la aproximacion de la muerte no sea tan beneficiosacomo el advenimiento del suefio.

    Por otro respecto se nos promete, dice nuestro autor; que sirefinamos nuestros sentidos, y convertimos en mas sutiles nuestro cuerpo,nosotros, nuest ra mente, podemos vivir con las personas llamadas muer-tas y con los seres superiores que nos rodean. Y Ie causa sorpresa,ana de, que ello no suministre nada en el sentido de la prueba. De-mandamos algo mas que teorfas arbitrarias acerca de la "triada inrnor-tal", "el cuerpo astral", "el Kama-Loka", etc. Concede que sea posibleque los teosofos tengan razon cuando sostienen que nos hallarnos rodea-dos de innumerables entidades vivas e inteligentes, "tan distintas lasunas de las otras como una hoja de hierba de un tigre, 0 un tigre deun hombre", y quienes continuamente nos tocan y a traves de las cualespasarnos sin percibirlas siquiera". Ahora, abordernos el otro extremo."Si todas las religiones se unen en el sentido de reconocer Ileno ex-cesivamente el rnundo de seres invisibles, quizas nosotros 10hemos des-poblado en dernasfa, y cabe en 10 posible que alguna vez encontremosque el error no estaba del lado que creemos". 5610 tenemos presente,continua, que no entra en nuestras obligaciones el probar el aserto delas retigiones positivas; a elias les corresponde demostrar su verdad.Ahora, no hay ninguna que nos presente alguna prueba, aceptable comoirresistible, para una inteligencia mediana.

    Y sea dicho de paso, escribe M. Maeterlinck, que resulta infelizreemplazar un misterio por otro menor. En la jerarqula de 10 desco-nocido, Ia humanidad asciende siempre desde 10 mas pequefio hasta 10mas grande. Por otra parte, descender de 10 mas grande a 10 maspequefio, es tornar a la primitiva barbarie, donde llega el hombre hastael punto de reemplazar 10 infinito con un fetiche 0 un amuleto. Lagrandeza de un hombre se mide por los misterios que cultiva, 0 poraquel que 10detiene.

    "Estarnos delante del abismo, dice Maeterlinck, vaciado de todoslos suefios con que nuestros padres 10 habian poblado. Ellos creyeronsaber 10 que alii habia, nosotros s610 sabemos 10 que no hay. Mientrasse espera una certeza cientifica que disperse la oscuridad-porque eIhombre tiene derecho a esperar 10que no puede aan concebir-Ia unicacosa que nos interesa, porque la encontramos dentro del pequefio cfrculoque nuestra presente inteligencia traza sobre la noche mas oscura, es

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    saber si 1 0 desconocido adonde vamos, merece nuestra enhorabuena 0nuestro temor".

    probablemente he vivido en el sin que se inquietara de una p~esenciaque solo Ie llevo la memoria miserable de una cosa que ya no existe ?

    Esto me trae el recuerdo de los dos fantasm as de Aldrich, loscuales se encontraron en un "espacio abierto y desolado", Y el uno lepregunt6 al otro, quien era :-No se-le respondi6 la Sombra-yo ape-nas mori anoche."

    Fuera de las respuestas positivas dadas por las Iglesias, cuatrosoluc iones de este problema se Ie ocurre a M.aeterlinck como concebi-bles: I, el total aniquilamiento; II, la supervivenc ia de nuestra presenteconciencia; III, la supervivencia sin ninguna c1ase de conciencia; IV,finalmente, la supervivencia, 0 mas bien la absorcion en la concienciauniversal, 0 una conciencia distinta de la que tuvimos en este mundo,10 que forma la V. M. le philosophe, ne vous deplaise. No parece ocu-rrlrsele que el total aniquilamiento (II y la supervivencia sin ningunaclase de conciencia (III), son virtualrnente la misma cosa, y tambien laabsorcion en la conciencia universal (IV). Respecto de una concienciadiferente de la nuestra, sornos incapaces de concebirla ahora, 1 0 cual nosdeja con solo dos teorlas, la I y la IV, y como l\laeterlinck confiesa en suparagrafo siguiente que es imposible el total aniqui lamiento, no nos res tasino la conciencia universal en la que la nuestra se sumerge . Un filosofochistoso salid de ese dilema, afirmando que si no fueramos a ser inrnor-tales, jarnas 10 sabnamos, Por supuesto, a menos que alguna otra con-dicion de conciencia a la nuestra suceda inmediatamente a la muerte,no podria sobrevivir la personalidad, y por 10 tanto e lla no existirfa, enel ordinar io sent ido de la palabra.

    Y asl volvemos al punto de partida, a las ideas teosoficas sobrela muerte y la reencarnacion, como las percibe J'i. Maeterlinck. EItiene un pasaje acerca del alma, 0 mas bien de la muerte, que es muysigniflcativo. "Como puede nuestro pensamiento, dice, permanecer elmismo cuando nada queda de 1 0 que 1 0 incorporaba? cuando