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2014eko otsailaren 17a
Gaur egungo informazioa
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Actualidad informativa
17 de febrero de 2014
17 de febrero de 2014
ÁFRICAMINAS DE ESCLAVOS
Morir por un puñado de arena
EL MUNDO viaja a la mayor explotación de coltán, usado en móviles,
tabletas y consolas
Decenas de mineros, que trabajan sin descanso, mueren cada día en sus
entrañas
Trabajadores en la mina de Rubaya, envueltos en la espesura de la niebla.
A veces la montaña se hunde, los mineros quedan sepultados para siempre y la gente los olvida. Inocence recorre a diario la hora a pie que lo separa de su puesto en la mina de Rubaya. Es la explotación de coltán más grande del Congo, fuente de riqueza para la industria tecnológica mundial y de calamidad para decenas de mineros que, a diario, se dejan la vida en sus cavernas. Este adolescente de 16 años se ha comprometido a guiar a los dos periodistas blancos hasta la cantera y cumplirá su palabra. Desde las faldas de la colina se escucha un hormiguero de miles de almas moviéndose entre la niebla. "¿Escucháis eso?", pregunta Inocence. "Es el rumor de la mina. Está cerca".
El camino transcurre entre empinadas sendas chocolateadas de barro con vistas a un precipicio de bruma. En el ascenso Inocence se cruza con la primera víctima del día. Varios hombres portan el cadáver de un minero en una mortaja improvisada cubierta por un plástico. "Contad lo que sucede aquí. Que se sepa", dice alguien. En nuestros bolsillos llevamos una muestra de aquello por lo que se juegan la vida: una bolsita con un polvo gris llamado manganeso, una pepita de oro y un fondo de pequeñas y brillantes rocas oscuras, columbita y tantalio, más conocidas como coltán, el material del que está hecho el corazón negro de esta montaña. Un puñado de arena por el que morir.
Hace unos meses varios 'lobbies' tecnológicos, interesados en blanquear su responsabilidad sobre la explotación de minerales de sangre, insistían que el coltán ya no se usa en la construcción de móviles, tabletas, consolas o cámaras, y que las minas estaban cerrando. No dicen la verdad. La demanda de este mineral, con un 83% de sus reservas bajo tierra congoleña, sigue superando con mucho a la oferta. Hasta 5.000 mineros, muchos de ellos niños y adolescentes, todos en régimen de semiesclavitud, le hacen cosquillas a esta colina primero a cielo abierto, y después, cuando ya no queda mineral en la superficie, en profundas galerías en las que comerán, dormirán y vivirán de sol a sol siete días a la semana, 365 días al año, sin descanso posible.
El minero Innocence
Varias mujeres suben nuestro mismo camino descalzas y con dos cajas de refrescos atadas a la cabeza, sacos de grano y mazorcas de maíz. Ascienden para abastecer al bosque de picos y palas que trabaja allá arriba. Dentro de la mina, alumbrándose con antorchas, montan su mercadillo, para que así los trabajadores no tengan que salir y puedan seguir picando.
Las botas curtidas de Inocence avanzan a ritmo de marcha militar, a mucha más velocidad que las nuestras, torpes en las arenas movedizas que amenazan con despeñar la montaña a trozos. La vegetación se vuelve frondosa cerca de la explotación, aunque cuesta ver entre tinieblas. «Hemos llegado», nos anuncia nuestro guía. Toda una legión de mineros se gira desconfiada para escudriñar a la expedición. Nos reciben con recelo, algunos con sorpresa por ver a blancos en la cima. Los obreros trabajan al desnudo, sin casco ni protección alguna, algunos descalzos. La regla numero uno es excavar. Regla número dos no hay. Varios llevan camisetas del Real Madrid y del Barcelona falsas y agujereadas. Los más afortunados visten botas de lluvia para moverse entre rocas y barro. Otros avanzan con sacos en la cabeza sobre caminos invisibles entre los cráteres. "Para entrar en las galerías tenéis que pedir permiso al chef de la mina", nos apunta uno de los capataces congoleños.
En la cumbre de Rubaya rige la misma ley que en su base: nadie prohíbe el acceso pero nadie lo permite. Hasta ahora todos los intentos por conseguir un permiso para llegar a la explotación minera habían sido en vano. Nadie nos había dado autorización pero tampoco nos la niegan. Al chef de poste, el responsable de esta anarquía, no podíamos molestarlo "porque está borracho", según nos decían en este pueblo de casas de madera, que parece sacado de un western crepuscular.
La movilidad es un deporte de riesgo en la cantera. Un paso en falso puede ser mortal, pero aquí la prevención de riesgos laborales es una quimera. El paisaje lunar de Rubaya es implacable. "Sabemos movernos aquí y pocos caen. El peligro de verdad está en los derrumbamientos", nos cuenta François, uno de los capataces. En época de lluvias la tierra mojada rompe en pedazos la montaña y muchos mineros mueren dentro de las galerías, algunas a 150 metros de profundidad, asfixiados por gas carbónico o aplastados en las cavernas.
UNA DANZA MACABRA
Nadie vuelve a entrar en ese filón en varios meses y nada más se vuelve a saber de ellos. "A veces hemos encontrado esqueletos de obreros que quedaron atrapados quién sabe cuándo", explica. Nadie sabe cuánta gente muere en esta mina. Una ONG se ha comprometido a contar los muertos, pero hasta ahora su número es un misterio. "Hay días que caen 30 o 40 personas", dice François, sepultadas por galerías sin apuntalar. Alguien tachará sus nombres de una lista y contratará a sus sustitutos. Más carne para la picadora.
Es mediodía y hay casi tanta población en la mina que en la ciudad de Rubaya. Miles de picos bailan bajo la lluvia y la niebla como en una danza macabra. Con sus palas nos abren peldaños seguros en la marisma indomable del barro para que no caigamos sobre el barranco. Mientras, en la cantera al aire libre, cavan agujeros en la tierra como si cavaran su propia tumba. "Entramos a las cuatro de la madrugada y salimos a las seis de la tarde. Pasamos toda la jornada en la oscuridad", explica otro minero de rostro negro carbón.
James, traficante más habituado a la planicie cómoda de la aldea, vive en la zona vip del far west de Congo. Nos conduce entre caminos fangosos hasta su morada. Aparta los sacos de mercancía y nos ofrece asiento en la madera ennegrecida. Ahuyenta a los curiosos y cierra las cortinas para mayor intimidad. Lleva el polvo negro en su bolsillo y nos ofrece una muestra para que comprobemos su pureza a la espera de que compremos los sacos de mineral y sellemos su pacto de sangre. El muzungu (hombre blanco, en suahili) sólo pisa este infierno para llevarse coltán, oro o manganeso.
Nos cuenta que recoge la mercancía en el río, donde la lavan y separan el mineral de la arena. A diferencia de Inocence, no baja a las tinieblas salvo contadas excepciones. Son sus peones, a un dólar por día, los que le llevan el tesoro en bandeja. Él se embolsa por venderlo unos 1.500 euros al mes. Asegura desconocer para qué sirve lo que acaricia en su bolsillo. "Nos han dicho que se usa para fabricar cacerolas, cosas para la cocina", dice.
Cada minero cobra aproximadamente un dólar por 14 horas de trabajo. El capataz, un 10% de lo que saque toda su cuadrilla, sobre 10 euros, que es en ese punto lo que vale cada kilo de coltán. Pero el señor de la guerra que controla la zona reclamará su parte. En este caso, el ejército congoleño venció hace una semana a la peligrosa milicia Nyatura, que gestionaba la mina. Pero nada ha cambiado. El nuevo jefe, despanzurrado en el cuartel de la aldea junto a una amenazante escolta de balas cruzadas sobre el pecho, también exige su mordida.
VIOLACIONES MASIVAS
En esta zona del país hay entre 5.000 y 6.000 rebeldes congoleños repartidos entre 30 grupos armados. Además del odio racial, les mueve la posesión de las zonas minerales, el maná por el que masacran poblaciones enteras y montan violaciones masivas. Por ejemplo, en 2005 Human Rights Watch denunció al gigante AngloGold Ashanti por apoyar a los soldados del Frente Nacionalista e Integracionista para garantizar la posesión de la mina de oro de Mongbwalu. En sus alrededores mataron a 2.000 civiles.
El traficante que compre ese mineral ya cribado a pie de mina multiplicará su valor cuando lo deje en la frontera con Ruanda o Uganda (los principales cómplices de este negocio) por la noche, lejos de miradas indiscretas. El transporte por estos caminos, infestados de salteadores y milicias sin control, volverá a incrementar el coste. Ya en Goma, capital de Kivu Norte y epicentro de la sangrienta guerra congoleña, entrará en juego un oscuro entramado de intereses, empresas tapadera de grandes multinacionales como Great Lakes Mining Company, A&H Metals, Sogem, Cabot o HC Starck, funcionarios corruptos y gobiernos con pocos escrúpulos como el belga y el chino para participar de este juego antiguo: el saqueo del Congo. El precio de mercado del coltán, cuando llegue a las zonas fabriles de Shanghai o Ciudad Juárez, en México, estará entre 350 y 400 euros el kilo.
EL NEGOCIO DE LA MUERTE
Hay marcas más legales que otras. La casa Fairphone obtiene coltán y oro del Congo para sus teléfonos móviles, pero se asegura que en sus minas todo el mundo cobre un precio justo, no haya trabajo infantil, se cumplan unos estándares de seguridad y el comercio de esa mercancía sea justo y transparente. ¿Su precio? 325 euros.
En la lista anual que realiza la ONG Raise Hope For Congo hay empresas que cumplen determinados protocolos para evitar los llamados minerales de conflicto en sus aparatos o componentes electrónicos. La más limpia es Intel, seguida por HP o Phillips. Entre las que no cumplen sorprende ver la firma de la cámara que usamos para fotografiar esa mina: Canon.
El oro que James, el traficante, nos enseña en forma de pepita ha salido de la cercana cantera de Numbi, la misma que gestionó durante años Terminator Ntaganda, un criminal de guerra que ahora se sienta en La Haya. Del Congo viaja a Dubai. La compraventa se lava en bancos suizos, como denuncia Enoght Proyect. De ahí al mercado. Es un tipo de oro que puede usarse para cosmética de alta calidad, de la que utilizan las estrellas de Hollywood. La organización Enoght denuncia la ausencia de transparencia sobre este comercio y el origen sangriento de estos minerales. ¿Cuantos anillos regalados en este San Valentín han salido de este infierno?
Éste es un gran negocio para todos menos para el Congo, que recibe a cambio una guerra de dos décadas, con más de cinco millones de muertos, que favorece un estado fallido incapaz de cobrar impuestos. Naciones Unidas despliega un enorme contingente de cascos azules que supone un gran beneficio para los países que ceden soldados, en especial India y Pakistán. También el conflicto es rentable para el despliegue de ONG, que se aseguran un incesante flujo de fondos para ayuda humanitaria. Países como Ruanda y Uganda venden un mineral que no es suyo y alimentan a grupos armados para que ese comercio no cese. Y todos esos sacos de casiterita, coltán, oro, diamantes, uranio, tungsteno o manganeso llegan baratos y puntuales al primer mundo. ¿A quién le conviene que la guerra termine?
La muestra que nos dio James pasa la frontera con Ruanda oculta en un calcetín y llega a España como un puñado de arena. Pero parte del mineral de esa misma veta nos rodea en cada uno de los aparatos que compramos. Baterías, condensadores, circuitos... Un puñado de arena por el que morir.
Este reportaje se ha realizado gracias a una beca del European Journalism Centre y la Bill & Melinda Gates Foundation.
Una empresa mejora la productividad de
otras compañías mediante programas de
ejercicio físico para empleados
Una experiencia piloto reveló un aumento del rendimiento del 5,2 por ciento de
los trabajadores
Una empresa mejora la productividad de otras compañías mediante programas
de ejercicio físico para empleados
Una empresa almeriense ha logrado aumentar la capacidad de producción de otras
compañías gracias a la implantación de un programa de salud en el ámbito laboral que
incluye ejercicios físicos para los empleados en el marco de la compañía; una actividad
que además de reducir los riesgos de lesiones y rebajar el número de bajas de
trabajadores permite mejorar el ambiente de la empresa y la calidad de vida de los
profesionales.
Así lo ha explicado a Europa Press José Luis López, uno de los miembros fundadores
de Well&Co, la empresa que dirige conjuntamente con Jesús Vicente Contreras desde
octubre del pasado año, si bien la idea de estos emprendedores, licenciados en Ciencias
Económicas y en INEF, respectivamente, surgió a finales de 2012 a raíz del proyecto
final de carrera del preparador físico.
La labor principal de la empresa se basa en potenciar el factor humano de las distintas
compañías, de forma que se fomenta la salud de los trabajadores a través de la actividad
física laboral con programas adaptados a las necesidades de cada uno de ellos mediante
una evaluación previa de los puestos de trabajo. "A partir de ahí estudiamos los posibles
riesgos de lesión y los movimientos que ejecutan los empleados para diseñar el
programa adecuado en cada caso", ha explicado López.
La empresa ha testado su efectividad a través de un programa piloto desarrollado en la
sociedad agrícola Vegacañada, en donde durante dos meses aplicaron un programa de
ejercicio en el área de subasta de productos hortofrutícolas, lugar en el que los
trabajadores tienen que realizar esfuerzos constantes en el manejo de cajas y elementos
pesados.
Según López, "se consiguió bajar el número de bajas en un 25 por ciento y mejoró la
satisfacción laboral" en el ámbito de la empresa durante el periodo de referencia, en el
que la productividad "subió en un 5,2 por ciento" al rebajar el número de horas extra y
contar con un mayor rendimiento durante la jornada. "Se trabajó más rápido y de forma
más eficiente", ha apostillado uno de los líderes de Well&Co.
"Uno de los objetivos era que se interiorizaran bien los movimientos que tienen que
hacer para minimizar el daño de carga. Con eso se consiguió reducir el riesgo de lesión
a corto plazo", ha explicado el copromotor de la entidad que se aloja en uno de los
CADE dependientes de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empresa de
la Junta de Andalucía.
La terapia física entre los empleados también permite reducir los niveles de estrés y la
tensión en el lugar de trabajo lo que aumenta sus capacidades físico-mentales, para lo
que los emprendedores cuentan con entidades colaboradoras. En este sentido, López ha
señalado que la implantación de estos programas suponen una inversión para las
empresas en cuanto a la obtención de beneficios.
Los programas de educación física tienen además una "buena aceptación" por parte de
la plantilla, según ha explicado López, quien ha apuntado que los trabajadores sienten
los beneficios "en poco espacio de tiempo", por lo que se muestran favorables a dedicar
una pequeña parte de su jornada o descanso a una de estas actividades.
Internacionalizar los servicios de prevención de riesgos laborales
Miguel Álvarez Romano
Si bien es cierto que hace más de 17 años de la publicación de la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales y de haberse iniciado un nuevo camino de mayor rigor sistémico y exigencia
en materia de Seguridad y Salud Laboral, no hemos avanzado lo suficiente para generar
cultura preventiva en el mundo empresarial, aquella que permita crear los mecanismos de
gestión necesarios para que el debate técnico no entre en conflicto con el debate
empresarial. No obstante, aunque la cultura preventiva en la sociedad sea limitada, somos
conscientes de que hemos aprendido de los errores propios de una manera formalista y
burocratizada de trabajar de muchos servicios de Prevención de Riesgos Laborales y entidades
auditoras, que ineludiblemente hemos de corregir. También hemos de tener en cuenta las
limitaciones de una reglamentación amplia y compleja que han favorecido que la prevención
se viera como algo costoso y no como un elemento generador de valor. Venimos de una
sociedad, ahora en crisis, en dónde casi todo se media por el afán de lucro y el beneficio
monetario inmediato; una sociedad donde el valor del trabajo se ha ido desvalorizando
gradualmente y que necesariamente por el bien común habrá de recuperar. ¿O es que existe
organización que pueda tener futuro alguno si todos sus miembros no son competentes y no se
sienten respetados con dignas condiciones de trabajo para generar un sentimiento de
pertenencia con el que poder dar lo mejor de sí? Evidentemente, no.
Al analizar la matriz del actual sistema preventivo español creo sinceramente que hemos
llegado al final de una etapa, al límite de su marco lógico en el que se concibió por sus
legisladores. Nos encontramos ante la rica experiencia de un trabajo realizado con ilusión y
con fe en nuestras capacidades, pero con múltiples dificultades y que la coyuntura actual ata
de manos y pies. Podríamos decir que se ha acabado el margen inicial de maniobra al
consolidarse el propósito que tenía la Ley de Prevención como objetivo general, al alcanzarse
los objetivos específicos a través de las actividades principales para llevarlos a cabo. Se
fijaron indicadores y se han logrado resultados. Los indicadores de siniestralidad se han
reducido sustancialmente, el 45% en los últimos diez años. La mayoría de empresas disponen
de órganos formales de la prevención, de evaluaciones de riesgos y las correspondientes
planificaciones preventivas, etc. Otra cosa es que todo ello sea realmente efectivo, pues
muchos aspectos de las condiciones de trabajo se han ido endureciendo paulatinamente y
lamentablemente lo seguirán haciendo. ¿Es posible entonces que la Prevención en España
haya llegado a su primera meta, que se haya acabado una etapa?
Nuestro sistema preventivo no es ni malo, ni obsoleto; es un buen sistema de gestión
mejorable pero que ha entrado en un proceso de desaceleración continuo que la coyuntura
económica condiciona y que no se detendrá hasta que se produzcan cambios de diversa
índole, unos más conceptuales y culturales para asumir la importancia de las personas y sus
condiciones de trabajo para el desarrollo de cualquier proyecto empresarial sólido, y otros
normativos, en la manera de poder prestar los servicios de prevención de riesgos laborales. Se
creó un marco normativo muy cerrado y de carácter administrativista.
Nuestro mercado interno está hoy vallado y ha dejado de ser competitivo. La crisis económica
y financiera puede provocar a corto y tal vez a medio plazo una pérdida de la consciencia
preventiva por la falta de inversión empresarial e institucional. Tal vez aflore una nueva
corriente de productividad a bajo coste. La prevención de riesgos laborales puede pasar en
muchas empresas, como está sucediendo, a un segundo plano, y en otras se padecerá un
retroceso importante en la generación de cultura preventiva. El empresario necesita margen
de movimiento en el marco normativo, necesita invertir en algo que le genere valor y
necesita rentabilidad para obtener crecimiento. Ante ello, si queremos que la Prevención de
Riesgos no se contraiga, se necesita liberalizar el mercado y demostrar que también es valor
estratégico igual que lo fuera en su día la calidad.
Las empresas para ser competitivas y ganar cuotas de mercado deberán trabajar para tener
una organización bajo estandartes de calidad de reconocido prestigio, trabajar para ser
organizaciones superiores que tengan liderazgo participativo, que desarrollen estrategias
acertadas y busquen alianzas, que se orienten a resultados respecto a los trabajadores, los
clientes y la sociedad, armonizando intereses personales y colectivos. Los servicios de
prevención de riesgos laborales deberán expandir sus competencias y utilizar metodologías
preventivas acordes a los estandartes de las organizaciones que buscan la excelencia en el
servicio.
En la última década un gran número de empresas se han acomodado aplicando una estrategia
de negocio que ha contribuido a extinguir el valor del esfuerzo, el valor de querer hacer las
cosas de la mejor manera posible. Su prioridad ha sido la de trabajar para obtener la máxima
rentabilidad con el menor esfuerzo. Pero los años de bonanza, de confort, de ganar dinero
fácil se han acabado y es el propio mercado quien actúa y favorece la desaparición de
aquellas organizaciones que no se han especializado y estructurado para ser competitivas,
responsables, serias y con una estrategia orientada a resultados.
Sin menoscabo que hayamos de permanecer moralmente aquí ayudando a las empresas a
sobrevivir y a mejorar su eficiencia, su competitividad y su “salud organizacional”, tal vez sea
la hora de la internacionalización, la de salir al mercado exterior. La necesidad de la
internacionalización se fundamenta en dos motivos básicos, el primero por la situación de
crisis económica y financiera que estamos viviendo, con una perspectiva de recuperación a
largo plazo; el segundo, por la posibilidad que se nos abre de exportar una valiosa experiencia
en la transformación de organizaciones que hemos validado, y que por suerte unas cuantas
organizaciones en nuestro país han entendido bien, enlazando plenamente competitividad y
responsabilidad, siendo la Prevención de Riesgos Laborales una de las primeras y esenciales
responsabilidades empresariales.
Existen sociedades emergentes en crecimiento como Argentina, Perú, Panamá y Chile, entre
otros, dónde sus sistemas capitalistas incorporan elementos de la sociedad del bienestar y
dónde muchas de sus empresas enlazan la competitividad con la responsabilidad empresarial
teniendo como carencia la Seguridad y Salud Laboral, pudiendo ser ésta una de las columnas
vertebrales para que estas organizaciones puedan ser superiores. Estos países han configurado
un modelo económico abierto, dinámico y disponen de reglamentación en Seguridad y Salud
laboral, pero en dónde el mercado no está vallado y necesita de nuevos operadores que
puedan aportar experiencia y conocimiento en la implantación de sistemas eficaces de
gestión de la prevención de riesgos laborales.
En España aquellos servicios de prevención de riesgos laborales que no han hecho bien sus
deberes se han encontrado expulsados de la zona de confort y han sido y son arrastrados a la
zona de pánico por la fuerte corriente de la crisis actual. Las organizaciones preventivas
deben buscar un nicho de negocio en los países emergentes, modernizarse y pasar a ser
organizaciones competentes ante un libre mercado, dejando a la mínima expresión lo
formalismos y la burocracia de nuestros sistemas preventivos para abrir la puerta al cambio y
encontrar nuevas oportunidades de negocio.
La internacionalización permite dejar atrás los sentimientos arraigados que nuestro sistema,
inconscientemente ha generado. El nuevo enfoque debe crear una prevención que no sea
vista como una amenaza, que no se encuentre fomentada por lo que se ha considerado una
persecución de la autoridad laboral. La autoridad laboral en muchos de los países del cono sur
es más colaboradora que ejecutora de sanciones, lo que conlleva que los empresarios son más
receptivos para generar cultura preventiva. La implantación del sistema de gestión preventiva
puede generarse de forma distinta.
En un país dónde el sistema preventivo no está instaurado y dónde no existen fallos porque no
existe aun sistema, es el lugar dónde el mercado deja la posibilidad de abrir un gran abanico
de decisiones que sean capaces de marcar la creación de un sistema preventivo eficaz que se
encuentre arropado por el marco legal existente, permitiendo el desarrollo futuro de una
excelente prevención de riesgos laborales.
La internacionalización de la prevención en los países emergentes ofrece nuevas modalidades
de contratación dónde la estructura de las consultoras de prevención tengan un coste
relativamente bajo y una considerable rentabilidad en la actividad a desempeñar.
Es un buen momento para internacionalizar la prevención y sus estándares en las sociedades
capitalistas en desarrollo evitando los errores cometidos y realzando las ricas experiencias
aportadas por los buenos sistemas que hemos desarrollado.
La temperatura en el trabajo
Algunas de las actividades profesionales implican trabajar en condiciones climáticas especiales.
Los empleados pueden estar expuestos a ambientes fríos o calientes (cámaras frigoríficas,
hornos, etc.) Considerar el entorno adecuado es un factor que mejora las condiciones de trabajo.
El impacto potencial sobre la salud de los empleados
Las condiciones climáticas no aptas para los empleados pueden degradar el medio ambiente de
trabajo afectando el rendimiento físico y mental de los trabajadores y provocando posibles
riesgos de accidentes. Las situaciones de malestar pueden generarse en ambientes muy fríos o
muy calientes.
Se pueden emplear sistemas de control de temperatura para mantenerla constante (alrededor de
37ºC). La organización tiene que encontrar un equilibrio entre la termogénesis (producción de
calor) y la termólisis (pérdida de calor). La termorregulación es la capacidad que tiene el
organismo para regular su temperatura con respecto a la del medio ambiente.
Cuando el ambiente climático es demasiado restrictivo y el sistema de control es insuficiente, el
calor puede constituir un riesgo de hipertermia (rápida elevación de la temperatura corporal),
mientras que el frío puede provocar en casos extremos la hipotermia (disminución anormal de la
temperatura corporal). Es importante que la empresa identifique los riesgos de trabajar en
condiciones y situaciones de frío o calor que pueden afectar a sus empleados. La empresa debe
conocer la carga climática impuesta a los trabajadores para desarrollar una protección adecuada.
El ambiente climático puede estar condicionado a la temperatura ambiente, los materiales de
construcción de las oficinas, la humedad y la ventilación. Estas condiciones interactúan entre sí,
es decir, si existe alto grado de humedad, el calor se percibirá más que la temperatura real, de tal
manera que podemos instalar un sistema de ventilación. Igualmente si hay corriente de aire, la
temperatura parece menor y no es necesario el sistema de ventilación pero sí de bloqueo de
corriente en temporada fría para evitar enfermedades respiratorias.
La temperatura inadecuada provocará desde estrés e incomodidad hasta lesiones graves.
Efectos sobre exposición a temperaturas bajas
• Enfermedades respiratorias recurrentes
• Estrés y nerviosismo
• Somnolencia
• Baja concentración
• Congelación de algún miembro
• Problemas pulmonares, oculares o de oído.
Prevención
• Ropa de trabajo especial
• Alimentación controlada con el aporte calórico necesario
• Realización de pausas laborales para relajar músculos e ingerir alimentos.
• Sistemas de seguridad para evitar accidentes
Efectos sobre exposición a temperaturas altas
• Deshidratación
• Quemaduras
• Desmayo
• Golpe de calor
Prevención
• Utilizar sistemas de ventilación y refrigeración
• Ropa de trabajo especial
Control del tiempo de exposición
• Hidratarse continuamente
Por último, cualquier aspecto relacionado con la salud y el bienestar en el trabajo impactará
directamente sobre la productividad de la fuerza laboral.
INFORMAZIO TEKNIKO ETA ZIENTIFIKOA
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INFORMACIÓN TÉCNICA Y CIENTÍFICA
“Riesgos ergonómicos en la salud de los trabajadores de un centro
piscícola”
Resumen:
En esta investigación se evaluaron los riesgos ergonómicos en la salud de los
trabajadores de un Centro Piscícola. El universo muestral estuvo constituido por 15
trabajadores del Centro Piscícola de Motil, Departamento de La Libertad, Perú. Los
muestreos se realizaron mes a mes. Los métodos ergonómicos empleados para
evaluar el riesgo ergonómico fueron: Job Strain Index (JSI), Rapid Entire Body
Assessment (REBA) y Ovako Working Análysis System (OWAS). Los resultados
demostraron según los métodos de JSI y REBA que las actividades de selección y
mantenimiento son las que generan mayores riesgos; y, según el método OWAS, la
actividad que genera mayores riesgos es el de selección, seguido por las
actividades de selección de hembras grávidas y mantenimiento. Se concluyó que
las actividades que necesitan medidas correctivas inmediatas son la selección y
mantenimiento.
“Adicción al trabajo: características, detección y prevención desde una
perspectiva integral”
Resumen:
El trabajo otorga a la persona el sentido de su identidad, influye en su autoestima y
le da legitimación ante la familia y sociedad. No obstante, hay una fracción de
trabajadores que lo llevan a cabo de forma muy intensa y compulsiva, lo cual tiene
consecuencias negativas. Esto configura un trastorno que se conoce como adicción
al trabajo. Objetivo: Describir las características de la adicción al trabajo y factores
que predisponen a la misma, así como las acciones preventivas de la adicción al
trabajo a nivel organizacional e individual. Material y Método: Revisión de
publicaciones y lectura crítica-reflexiva sobre la adicción al trabajo en bases de
datos Medline, Cuiden, Cochrane, Pubmed y Google Académico mediante las
palabras claves: enfermería, adicción al trabajo y sintomatología clínica durante el
año 2013. Resultados: La aparición de síntomas físicos son generalmente
indicadores para la detección de la adicción al trabajo, sin embargo, estos síntomas
físicos por sí solos no permiten señalar una posible adicción, siendo preciso evaluar
también aspectos psicológicos y relaciones sociales.